La inminencia de las semifinales coperas ponía en escena la necesidad de unos y otros de guardar parte de la artillería. En el Barça poco importa porque donde hay tanto apenas se nota la estrechez. Mientras, en el Sevilla flotaba el ambiente que lo verdaderamente importante es el Atlético de Madrid, y que incluso se podría jugar el partido ante los de Tito –Roura- con el cajón del pescado, que para algo está y para algo cobra.
A medias. Emery dejaba en el banquillo a Negredo, Reyes y Kondogbia y disponía un equipo que, sin ser excepcional, sí podría dar la cara ante los culés. Y lo hizo, y de qué manera. Con un planteamiento simple, los nervionenses formaban dos líneas de cuatro y dejaban a la deriva a Rakitic y Babá con la única misión de intentar la heroica a la contra.
Se defendieron ordenadamente los sevillistas. Trabajaron a destajo y aburrieron al Barcelona con un entramado defensivo que rememoraba los peores fantasmas para los locales en la gélida noche barcelonesa, que se tornó inhóspita cuando Botía remataba de cabeza en el área de Valdés y ponía en ventaja al Sevilla.
Había razones sobradas para creer en la hazaña. Los de Emery se marchaban a la caseta, en el descanso, con la ventaja en el marcador y con la tranquilidad de que el tiempo jugaba a su favor. Sin embargo, todo lo ganado en la primera mitad se fue diluyendo poco después de reanudarse la confrontación. Roura anclaba a Villa como delantero centro, dejaba la banda derecha para Alves y por ahí se gestó el gol del empate poco después, cuando el asturiano se coló entre las torres del Sevilla y remató de cabeza. Poco después sería Messi el que pondría el definitivo 2-1 para cercenar las esperanzas sevillistas.
Tuvieron, no obstante, sus ocasiones los de Emery: un presunto taconazo de Babá estuvo a punto de convertirse en la jugada del año, mientras que poco después, Negredo, elevaba el balón por encima del larguero de Valdés en el uno contra uno.
Al final, ocurrió lo que dictan los cánones en el Campo Nou durante los últimos años, aunque para el análisis quedará la oportunidad perdida, la inexplicable presencia de Babá en el Sevilla y lo que cuesta que a un jugador del Barcelona le muestren una cartulina amarilla.
2. FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Montoya; Song, Iniesta (Xavi, min.68), Thiago; Alexis (Tello, min.46), Messi y Villa (Busquets, min.79).
1. Sevilla: Beto; Coke, Fazio, Botia, Navarro; Maduro (Alberto Moreno, min.82), Medel (Kondogbia, min.55); Rakitic, Navas, Manu; y Babá (Negredo, min.60).
Goles: 0-1, min.42: Botía. 1-1, min.52: Villa. 2-1, min.60: Messi.
Árbitro: Velasco Carballo, del comité madrileño. Fernando Navarro (min.33) y Botia (min.86).
Incidencias: partido correspondiente a la jornada veinticinco de la Liga, disputado en el Camp Nou ante 57.629 aficionados, según datos ofrecidos por el club, en una noche gélida en Barcelona.
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