Naufragio en Palma

Buena entrada en Son Moix, la mejor de la temporada, para recibir a un Sevilla en franca progresión que se frenó en seco pues vino a encontrarse con un Mallorca replegado y conservador que supo aprovechar sus golpes aislados para sacar los colores a su rival. El problema del equipo de Emery, al menos en esta ocasión, fue que careció totalmente de profundidad y que la defensa se mostró tremendamente insegura.

El equipo nervionese se mostró desorganizado, sin ideas en ciertos momentos, cayendo con demasiada frecuencia en el ritmo cansino de los bermellones, que a base de continuas faltas logró quitarle una marcha al partido para desgracia visitante.

De esta forma, tras un cabezazo de Negredo a pase de Rakitic que atrapó sin demasiados problemas Aouate, al Sevilla le tocó esta vez ir a remolque en el marcador pues, pasado el cuarto de hora, se adelantaba el cuadro balear. El gol llegó en una jugada a balón parado. Giovani Dos Santos ejecutó una falta al borde del área de forma magistral, el balón va prácticamente a la escuadra, donde Beto logra alcanzar, pero el rebote favorece a Alfaro, que marca a placer. El exsevillista celebró su tanto por todo lo alto. 1-0.

A partir del tanto, la pelota sólo tuvo como dueño al equipo de Nervión. Sin embargo, las defensas ganaban a los ataques descaradamente, tanto en las jugadas de machaque colectivo sobre las inmediaciones del área bermellona como en los tímidos contragolpes locales.

A pesar del dominio visitante, Alfaro pudo hacer el segundo en el 35' tras marcharse de Fernando Navarro y disparar seco al primer palo, donde Beto desvió a córner. Desde entonces hasta el final del primer acto el partido se mantuvo en una constante batalla de contención por parte del Mallorca que el Sevilla fue incapaz de traspasar. Aún así, el Mallorca se marchó al descanso prácticamente pidiendo la hora.

De esta forma, a la vuelta de vestuarios se incrementó la batalla táctica entre los dos entrenadores. Mientras Emery se esforzaba en mover a su equipo constantemente para para intentar abordar la portería rival, Manzano juntaba a sus jugadores todo lo posible para defender el marcador y emplazaba cualquier atisbo de ataque a contragolpes y balones parados.

Primera ocasión local

Precisamente tras un córner llegó la primera gran ocasión de la primera mitad. El saque de esquina lo ejecutó Gio, el mejor de partido, su centro lo sacó la defensa sevillista y el balón cayó a Martí que, sin dejarla botar, se sacó un disparo fuerte y bombeado desde fuera del área que fue bajando hasta impactar violentamente en el larguero. Beto hizo la estatua esta vez. El ex sevillista, por su parte, lamentaba la ocasión perdida y el Sevilla respiraba porque aún estaba en el partido.

Emery sustituyó a Kondogbia dando antrada a Babá en una nueva oportunidad para el senegalés de convencer, pero tampoco fue ésta su noche.

Poco después llegó la primera ocasión del Sevilla en la segunda mitad. La firmó Jesús Navas con un disparo desde fuera del área no excesivamente potente que se perdió muy cerca del palo derecho de Aouate tras tocar en un defensor.

Cinco minutos después, Beto hizo el paradón de la noche. Espectacular el portugués. La jugada la inició Hutton por la banda derecha, el británico colgó el balón y dentro del área pequeña remató con el alma Giovani, pero el meta luso, con unso grandísimos reflejos, despejó el balón a córner.

Cuando parecía que el partido estaba más enmarañado para el Sevilla, Rakitic encendió la luz desde la divisoria (se mete el croata en el top 5 de asistentes de la Liga) con un certero y ajustado pase, tanto en trayectoria como en potencia, que fue a parar directamente a los pies de Negredo entre la defensa. El vallecano, también brillante, controló orientado y se plantó solo ante Aouate cruzándole el balón sin problemas. 1-1.

Sin embargo, poco duró la alegría en las filas sevillistas pues apenas transcurrieron cinco minutos cuando el Mallorca volvió a adelantarse. Otra vez a abalón parado, Gio cabeceó un córner desde la frontal del área en una jugada ensayada y Alfaro, otra vez el exsevillista, aprovechaba el rechace del poste para marcar a puerta vacía. 2-1.

El guion volvía a repetirse. El Sevilla, nuevamente por detrás en el marcador, se volcaba con todas sus fuerzas sobre la portería contraria, los de Manzano, por su parte, jugaban a replegarse.

Y así, casi sin acción ni jugadas destacables, el partido se encaminó hacia su final sin tela alguna que cortar. Sólo un cabezazo de Coke que despejó Aouate a falta de un cuarto de hora para el final levantó a los espectadores de Son Moix. No era la noche de un Sevilla que estaba totalmente carente de ideas y que terminó cayendo sin dar mucha más guerra en tierras baleares.

Ficha técnica: