En la tarde de ayer, 27 de mayo de 2013, el máximo mandatario del Sevilla, José María del Nido, cumplía once años al frente de la entidad nervionense.
En 2002 se hizo con las riendas del club con el principal objetivo de sanear la deuda de 42 millones de euros, una cifra que calificó como “calderilla” tras las ventas de baluartes nervionenses como Sergio Ramos, Julio Baptista o José Antonio Reyes.
Las dos caras del ‘sí o sí’Del Nido, considerado la 21ª persona más influyente en el fútbol español según Don Balón, nunca se escondió. Frases como
“con humildad no hemos ganado nada, con prepotencia y osadía, ocho títulos”, “por 25 millones le doy las botas de Alves (al Barcelona)” o “Boulahrouz ha dado un salto de calidad: ha pasado del segundo mejor equipo del mundo (Chelsea) al primero” siempre representaron su fuerte personalidad ante los medios.
A día de
hoy, el directivo es cuestionado por algunos sectores de la afición que piden su dimisión; además está
inmerso en imputaciones judiciales que podrían provocar su internamiento en prisión, como el ‘Caso Minutas’.
Otra de las grandes marcas del actual presidente sevillista es
la lucha contra los grandes clubes españoles; tanto en lo deportivo: plantó cara a Barça y Madrid llegando a disputarle el torneo liguero de 2007,
como en lo económico: encabeza la denominada ‘Guerra de las Televisiones’, iniciada a finales de 2010, en la que reclama un reparto más equitativo de los ingresos televisivos.
Once años después de su llegada a la presidencia,
a José María del Nido se le presenta un convulso verano con las posibles salidas de sus estrellas.
Antonio Galván2 min lectura