El Barça, encaprichado de la magia de Marin

La euforia de Monchi por la incorporación de Marko Marin está completamente justificada tanto en cuanto al futbolista de origen bosnio se le consideraba antes de que llegara al Chelsea una de las principales promesas del fútbol europeo. El atacante deslumbró en el Werder Bremen alemán y llamó la atención de las secretarías técnicas de los clubes más importantes del mundo, entre ellas la del Barcelona.
Así, durante el año 2010 le realizó un exhaustivo seguimiento y Txiki Begiristain le espió en directo en Mestalla, si bien finalmente el Barça, a petición de Pep Guardiola, fichó a Cesc.
No obstante, el ´Enano Mágico´ no desapareció de la agenda de la dirección deportiva azulgrana, que pasó a estar ocupada por Zubizarreta, Narcís Juliá y Albert Valentín y que seguía teniendo muy presente su nombre. Así, el ´Mundo Deportivo´ relata que se continuó evaluando su evolución, prestando especial atención a su pregresión Valentín. Pese a los informes de sus ojeadores -"Jugador de gran movilidad y técnica, capaz de conducir, pasar, driblar y disparar con las dos piernas. Se mueve por los extremos pero también por la media punta y es capaz de desequilibrar con sus fintas, asistencias y disparos" -, el Barça no dio el paso y el Chelsea pagó por él ocho millones de euros el verano de 2012. Frenado en Stamford Bridge, donde apenas dispuso de oportunidades, Marko Marin tiene en el Sánchez Pizjuán la oportunidad de recuperar la senda marcada en Alemania y en Barcelona no dudan de que Zubizarreta y su equipo estarán muy pendientes de sus diabluras, porque en ningún momento se han olvidado de él.