El
Sevilla y el
Benfica, dos clubes centenarios que hace 57 años coincidieron por primera y única vez en un torneo continental, la entonces denominada
Copa de
Europa, volverán a verse en el
Juventus Stadium de
Turín, ahora con las ganas e ilusión de proclamarse campeones de la
Europa League.
El equipo nervionense y el lisboeta quedaron emparejados para disputar en septiembre de 1957 la primera eliminatoria de la
Copa de Europa de ese año y fue el equipo español el que superó la ronda al ganar en
Sevilla 3-1 y empatar a cero después en la capital portuguesa. Desde entonces, el
Benfica ha sido un clásico de fútbol continental y el
Sevilla tomó protagonismo con la entrada del siglo XXI, en el que ha sido un habitual entre la
Liga de Campeones y la antigua
UEFA, hasta el punto de tener dos títulos del segundo torneo continental (2006 y 2007) y el de la
Supercopa de Europa de 2007. Con esa experiencia, el equipo que entrena
Unai Emery viaja a la ciudad italiana con ganas del repetir su último éxito europeo de hace siete años, cuando se impuso en
Glasgow al
Espanyol en una tanda de penaltis.
Desde que el
Sevilla afrontó la ida de la semifinal ante el
Valencia el pasado 24 de abril, con un 2-0 en el estadio
Ramón Sánchez Pizjuán, el cuerpo técnico y la plantilla de jugadores se ha centrado al máximo en esta competición al ver próxima la final. Ello, unido a que el equipo tenía asegurado ya en la
Liga la disputa de un torneo europeo (a falta de una jornada es quinto clasificado), ha podido motivar que no haya ganado ninguno de los tres últimos partidos disputados en el torneo doméstico -
Athletic (3-1),
Villarreal (0-0) y
Getafe (1-0)- y que el técnico vasco haya reservado mucho a sus hombres fundamentales para tenerlos óptimos.
Para la final es baja por sanción el mediapunta
Jairo Samperio, aunque el cántabro ha participado poco esta temporada, y viajan mermados físicamente
Kévin Gameiro y
Vitolo, quienes tienen problemas musculares de los que se esperan recuperar, ya que éstos sí que entran como actores principales en los planteamientos de
Emery.
Por lo demás, salvó los lesionados de larga duración (
Cicinho,
Cristóforo y
Cheryshev), todos se encuentran disponibles para una cita en la que estarán arropados por un mínimo de 9000 sevillistas, que fue el número de localidades que la
UEFA puso a disposición del club y todas se vendieron. Mientras, un imponente
Benfica que busca ajustar cuentas después de caer contra el
Chelsea en la final el año pasado. Los portugueses son favoritos en las apuestas a pesar de contar con sensibles bajas.
Las lesiones del defensa luso
Sílvio y del centrocampista serbio
Fejsa, así como las sanciones del argentino
Enzo Pérez (verdadero cerebro de las 'Águilas') y su compatriota
Salvio pondrán a prueba la profundidad de plantilla encarnada. Probablemente también se pierda la final el mediapunta serbio
Markovic, que vio la tarjeta roja en la vuelta de las semifinales, aunque la
UEFA todavía debe pronunciarse sobre el recurso presentado por su club.
A pesar de rechazar la etiqueta de favoritos, los portugueses han impresionado a propios y extraños al eliminar a dos pesos pesados del fútbol europeo como el
Tottenham y la
Juventus, especialmente a la '
Vecchia Signora', vigente campeona del
Calcio y que contaba con el aliciente de disputar la final en casa.
Sin embargo, el oficio del
Benfica fue suficiente para superar la última eliminatoria. El conjunto luso presenta esta temporada un fútbol menos vistoso que el año anterior, pero ha ganado enteros en competitividad. Detrás de los buenos resultados continentales de las '
Águilas' -en las últimas tres campañas ha llegado a cuartos de
Liga de Campeones y a dos finales de
Europa League- se encuentra la mano de su entrenador,
Jorge Jesús, declarado admirador del llamado 'tiki taka'.
En la temporada anterior, los lisboetas entraron en mayo con la opción de ganar tres títulos, pero un cúmulo de fatalidades acabó por dejarles en blanco. Ahora, doce meses después, ya se han alzado con la
Liga y la
Copa de la Liga y buscan la redención en esta competición. Hace un año, un gol en el último suspiro del serbio
Ivanovic frustró a un
Benfica que fue superior en juego a los 'blues', pero al que faltó más pegada. Contra el
Sevilla, el
Benfica jugará su décima final europea, aunque sólo ganó las dos primeras (
Copa de Europa de 1961 y 1962) y en las siete siguientes cayó siempre derrotado.
El conjunto encarnado, que estará liderado por la consistencia de la dupla de centrales
Luisao-
Garay y por el olfato de su pareja de goleadores
Rodrigo-
Lima, aspira ahora a poner fin a una mala racha que se prolonga desde hace más de medio siglo, coincidiendo con la llamada maldición de
Béla Guttmann, entrenador húngaro que en 1962 auguró que nunca más volvería a ganar un título europeo sin él.
Alineaciones probables:
Sevilla F.C.: Beto; Coke, Nico Pareja, Fazio, Alberto Moreno; M'Bia, Carriço; Reyes, Rakitic, Vitolo y Bacca.
Benfica: Oblak; Maxi Pereira, Luisao, Garay, Siqueira; Amorim, André Gomes; Gaitán, Sulejmani, Rodrigo; Lima.
Árbitro: Felix Brych (Alemania).
Estadio: Juventus Stadium; 20:45 horas (Cuatro).