Como el valenciano, el portero luso detuvo dos lanzamientos en la tanda de penalits

Beto, en nombre del padre con el espíritu de Palop

El guardameta sevillista se convirtió en el héroe de Turín al detener dos penaltis, pero también con intervenciones de mucho mérito que mantuvieron vivo al Sevilla hasta la llegada de la tanda.

Beto, en nombre del padre con el espíritu de Palop
Beto saluda emocionado a la afición. - ÁLVARO PALOMO
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 3 min lectura
Se lo dedica a su padre. Se acuerda de él en cada éxito. Siempre mira al cielo y piensa en su inquebrantable apoyo desde sus comienzos, en los momentos más difíciles. Beto está seguro de que ayer estaba junto a él en la portería, que le ayudó a adivinar las intenciones de Cardozo y Rodrigo en la tanda de penaltis para convertirse en el héroe de Turín, para escribir otro capítulo glorioso en la historia del Sevilla. Igual que su equipo, el portero luso parecía predestinado a tocar el cielo en la competición europea. Contra el Betis, su guante, a tiro de Nono, permitió el primer gran paso hacia el título. Contra sus otros compatriotas, los del Oporto, mantuvo con vida al equipo en la eliminatoria en Do Dragao. Y ayer, en el Juventus Stadium, en pleno hervidero de emociones y sufrimiento, su inspiración en los penaltis valió una copa, un título que sitúa más si cabe al Sevilla entre los grandes de Europa. La mano que sacó al paraguayo fue prodigiosa. Abajo. Con unos reflejos de elegido.


No obstante, antes de la tanda Beto ya había empezado a interpretar el papel de héroe, con intervenciones de mucho mérito que impidieron que el Benfica se adelantara en el marcador. Primero a Rodrigo, después a Pereira con una reacción rapidísima a bocajarro y, ya en la segunda parte, con una espectacular parada a disparo de Lima. Cierto que empezó el partido nervioso, midiendo mal algunas salidas, pero pronto entró de lleno y evidenció su mejor versión, aquella que convenció a los técnicos nervionenses para ejercer en verano su opción de compra. Ahora nadie duda de que fue un acierto. Es el héroe, el sucesor de Palop en el trono europeo. El valenciano regaló la gloria en Glasgow después de su mítico gol en Donetsk, deteniendo dos penaltis. Y ayer, en Turín, Beto tomó su relevo, con otras dos penas máximas que elevan al Sevilla al Olimpo. Dos paradas en nombre de su padre que ya forman parte de la historia.
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