Poco a poco, partido a partido, el
Sevilla sigue en una línea ascendente muy buena y esperanzadora. Toda la plantilla coincide cuando dice que el objetivo es llegar a tope al día 12, a la
Supercopa de Europa en Cardiff y esta noche el conjunto de
Emery ha subido un escalón más en ese objetivo.
Enfrente había un rival duro, un señor rival, un Fenerbahçe que no se guardó casi nada y sacó a
Diego, Webó, Bruno Alves, Meireles y compañía. El campeón turco nada más y nada menos. También Emery se tomó muy en serio el envite y puso un once pensando en la cita de Gales. Una defensa titular con
Coke, Pareja, Fazio y Alberto. Un doble pivote rocoso con
Carriço y Krychowiak. Por delante, una línea de tres con
Vitolo, Vidal y Denis Suárez por el centro con
Iago Aspas en punta.
Y fue el gallego llegado desde Barcelona el que cogió los galones. Se le vieron maneras con buena conducción y pases en profundidad. El
Sevilla estaba cómodo, tenía la pelota aunque no llegaba con claridad al área de
Volkan. Pudo adelantarse el conjunto nervionense en el marcador con un remate de
Coke y chut de Carriço en la frontal tras un pase atrás de
Denis. Pero la más clara la tuvo
Aleix Vidal, en un mano a mano ante el meta turco, pero el sevillista dudó en resolver o asistir a Vitolo y perdió la ventaja, eligió el chut y
Volkan despejó a saque de esquina.
Mientras tanto, el
Fenerbahçe apenas llegó en algunos córners y a balón parado. El conjunto de
Emery llevaba las manijas del partidos y estaba a gusto sobre el césped del
Brondby Stadium. Así, en el 38' llegaría el tanto nervionense. Denis Suárez entró por el centro y en la frontal del área se sacó un medido pase al hueco para
Aleix Vidal, que en dos toques batió a
Volkan y se redimió del fallo anterior. El gol sevillista hacía justicia a lo visto en el terreno de juego en la primera mitad.
Tras el paso por vestuarios el
Sevilla no cambio su estilo, siguió dominando el partido, con el balón a buen recaudo y cuando era del rival, presionando y defendiendo con orden táctico. Apenas unos segundos tardó el conjunto de Emery en avisar a
Volkan. Aspas entró por la derecha y metió el balón al punto de penalti por donde aparecía
Krychowiak pero el cancerbero se lanzó a los pies del polaco para arrebatarle el balón.
Sin embargo, poco podría hacer
Volkan cinco minutos más tarde cuando en una nueva triangulación nacida en las botas de
Denis Suárez, Vidal conectó en el segundo palo con Aspas para que éste empujará a placer e hiciera el
0-2. Jugada al primer toque de bella factura y estreno goleador como sevillista del ex del Liverpool.
El primer cambio del Sevilla llegaría en el 58', dando
Emery entrada a
Reyes en lugar de Vidal. El Sevilla continuó dominando y llevando peligro a la meta rival y sólo paso apuros durante cinco minutos, del 59 al 64 en los que
Erkin pudo hacer el 1-2 de no ser por la buena intervención de Beto desviando el esférico a saque de esquina.
El
Sevilla, con tranquilidad, se repuso del efímero asedio otomano y volvió a llevar el peso del encuentro. Emery tiró del banquillo y comenzó a hacer rotaciones. Pudo hacer el tercero
Reyes tras un bonito taconazo de
Carlos Fernández, pero el medido chut del utrerano lo desvió con la punta de los dedos Volkan.
Cotán, Juanje y Juan Muñoz tuvieron también sus minutos en el mejor partido de pretemporada del Sevilla hasta ahora. En el 91' fue expulsado
Erkin por roja directa por lanzar una patada al aire que no impactó en
Diogo por poco. Reflejo de la impotencia otomana ante el dominio sevillista.
Ficha técnica:
Fenerbahçe: Volkan; Gökhan, Bekir, Alves, Caner; Topal, Emre, Meireles; Diego, Sow, Webó. También jugaron: Kadlec, Kaldirim, Potuk, Sahin, Emenike y Topuz.
Sevilla F.C.: Beto, Coke, Pareja, Fazio, Alberto, Krychowiak, Carriço, Aleix Vidal, D. Suárez, Vitolo y Aspas. También jugaron: Reyes. Diogo, Fernando Navarro, Juan Muñoz, Carlos Fernández, Iborra, Juanje y Cotán.
Goles: 0-1 (38') Aleix Vidal;
0-2 (50') Iago Aspas.
Árbitro: Kenn Hansen (danés). Expulsó con roja directa a Caner (91'). Amonestó a Emre, Gokhan y Topal.
Incidencias: Partido amistoso disputado en el Brondby Stadium de Copenhague. Alrededor de 15.000 espectadores, con presencia mayoritaria de inmigrantes turcos en Dinamarca y Alemania.