Sergio Rico nunca quería que terminaran los entrenamientos y, cuando llegaba la hora de marcharse al vestuario, pedía que le disparasen a puerta y que le tiraran faltas, penaltis...
Ernesto Chao, su primer técnico junto a
Baby Acosta, en benjamines, recuerda que los encargados de las instalaciones les llamaban la atención para que recogieran, pero que el pequeño arquero continuaba bajo los palos, sin cansarse, demandando que le pusieran a prueba. "Desde muy chico, tenía claro que quería ser
portero; lo suyo es vocación. Nosotros le vimos en la escuela de fútbol de
Montequinto, con siete años, pero, por entonces, no teníamos equipo de
prebenjamines para que pudiera jugar con nosotros. De todos modos, empezó a venir un día en semana para entrenarse. Destacaba por su
altura, sus condiciones y su tranquilidad pese a la edad", relata a ESTADIO el actual entrenador del
Benjamín A del Sevilla, que asegura que se trata de "un chaval muy risueño", pero que, una vez que comienza a trabajar, se pone muy serio: "Le puedo asegurar que jamás le he visto reír durante una sesión; entrenando no le gustan las bromas, sino que se centra completamente en su labor".
Aquéllos fueron los albores de la gestación de un sueño que el
canterano cumplirá el domingo en el
Ramón Sánchez Pizjuán con su debut oficial en el primer equipo en el choque contra el
Getafe. Las lesiones de
Beto y
Barbosa le han ofrecido la oportunidad deseada, y
Chao, que lo conoce desde hace trece años, no duda en afirmar que
Rico está preparado de sobra para defender la portería del
Sevilla.
No en vano, en su larga trayectoria en la cantera blanquirroja siempre ha respondido a los desafíos de altura. "Fuimos a un torneo a
Portugal y llegamos a la final, siendo un año más pequeños que el resto de equipos. Jugamos contra el
Oporto.
Sergio hizo unos paradones increíbles, y todos los que estaban allí se pusieron de pie para aplaudirnos. Él es de la misma quinta de
Campaña. Con ellos dos, fuimos campeones de
Sevilla y de
Andalucía, y le ganamos al
Real Madrid por 5-1 en La Línea. Aquel equipo era una maravilla", rememora el técnico que le abrió el camino en Nervión al de Montequinto y que realizó para ED una
radiografía de las cualidades del cancerbero: "Es un portero
sobrio, con mucha
madurez y que transmite una enorme
tranquilidad. Además, pese a su altura, se trata de un meta flexible y tapa mucha portería con sus
estiradas. Va a tener sus nervios, lógico, pero es un chico muy
fuerte mentalmente y calmado. Será importante que cuente en todo momento con el apoyo de la gente y que, si falla, lo que le puede pasar a cualquiera, se le anime para que se venga arriba".
En este sentido,
Chao celebra el voto de confianza de los futbolistas de la primera plantilla, que han expresado públicamente su apoyo. "Me ha encantado que varios jugadores hayan dicho que confían en él, algunos que han llegado este mismo verano, como
Arribas. Es un orgullo que ellos apuesten por el producto de aquí. Hay que creer en la cantera", señaló a este diario el técnico, que resaltó el importante rol desempeñado por el entorno del meta y la labor del entrenador de porteros
Pepe Ortega, y que confía a tope en aquel niño que jamás se cansaba de entrenar. Aquel niño que el domingo será el guardián de Nervión.
"En el club estamos tranquilos con Sergio"Pablo Blanco, coordinador de la cantera, asegura que, en los tiempos en que
Sergio Rico ingresó en los escalafones inferiores del
Sevilla, con la mayoría de campos de albero, no era común que hubiera niños de siete años que eligieran por sí mismos ser porteros, lo que, ya de por sí, llamó la atención a los técnicos nervionenses, junto a sus ganas, su buena talla y sus incipientes cualidades.
"Su
constancia y el apoyo de su familia, siempre a su lado, le han ayudado a llegar hasta aquí. Ha estado en todas las categorías y ha sido titular en todos los equipos en los que ha jugado, reflejo de su tranquilidad, seriedad en el trabajo y deseo de aprender. Es un chico que ha ido mejorando una barbaridad con el paso de los años. Siempre ha sido de talla alta y evidenciado
buenas condiciones", explicó a este periódico
Pablo Blanco, que incide en la plena confianza de la entidad en las aptitudes de Rico de cara a su inminente titularidad: "En el club estamos tranquilos con
Sergio. La
dirección deportiva confía mucho en él. Un
portero debe estar preparado para estos retos, porque las oportunidades suelen ser escasas. Él lleva muchos años trabajando para esto. Los canteranos deben aprovechar estas oportunidades. No es la primera vez que un portero de la cantera afronta una situación de este tipo, y, por lo general, ha ido bastante bien".
Además,
Blanco apunta que
Rico pertenece a una buena hornada de porteros y responde a un perfil similar al de
Julián Cuesta: sobrio, con talla y seguro.