Sergio Rico brilló con luz propia

Sergio Rico superó con nota su estreno oficial con el primer equipo. De hecho, aunque no tuvo excesivo trabajo durante todo el partido, el canterano puede considerarse como uno de los grandes culpables del triunfo nervionense, ya que impidió que el Getafe lograse el 1-1 a tan sólo cuatro minutos del final. Fue tras un acrobático remate de Hinestroza que contestó sacando una mano abajo que desvió la pelota, impidiendo que se alojase en el fondo de las mallas.


Con ello, el de Montequinto allanó el camino hacia una victoria que, curiosamente, sentenciaría a la jugada siguiente Aleix Vidal a pase de Diogo. No obstante, muchos tenían claro que el desenlace podía haber sido bien distinto de no ser por su providencial parada. Por ello, no es de extrañar que Iborra corriese a abrazarle en cuanto subió el 2-0 al marcador, reconociéndole su labor bajo los palos, donde, pese a no pasar grandes apuros, sí que brilló con luz propia cuando fue necesario.