Kévin Gameiro vuelve a sentirse futbolista después de encadenar dos semanas trabajando con el grupo sin sentir dolor de tipo alguno; aunque su alegría no estará completa hasta que vea su nombre en una convocatoria del
Sevilla.
Esto podría producirse dentro de sólo unos días pues, a efectos médicos, el galo está perfectamente apto, y en lo que respecta a los motivos técnicos,
Unai Emery está deseando poder contar con él.
En primer lugar, por lo mucho que aporta un futbolista con una velocidad endiablada y un depurado olfato goleador, contrastado en su primera temporada en Nervión, en la que hizo 21 goles.
No obstante, otro de los motivos por los que el entrenador nervionense suspira por el regreso del ex del
PSG y
Lorient es porque su presencia enriquece aún más su adorada pizarra. Y es que Emery tiene claras dos cosas: que Gameiro necesita jugar en las próximas semanas el mayor número posible de minutos para recuperar cuanto antes la forma física y que el dibujo en el que más rendimiento ofreció la pasada temporada fue un 1-4-4-2, formando dupla atacante con el otro ´killer´: un
Bacca que anotó otras 21 dianas.
Este sistema no ha sido usado por el de Hondarribia desde la lesión del francés, a pesar de que podría haberlo puesto en liza con el propio Bacca y
Aspas. No obstante, ahora podría recuperarlo, pues es muy de su agrado y el mejor para las condiciones del galo, quien se diluye como única referencia y teniendo jugar de espaldas a portería y que, cuando ha actuado en banda, ha explotado su velocidad a cambio de perder llegada a puerta.
En cambio, mejora al lado de un jugador que baja a recibir y fija a la defensa, mientras él busca atacar los espacios libres con desmarques de ruptura. De este modo, si Emery decide recurrir al 1-4-4-2 para explotar las virtudes de Gameiro, utilizaría así su cuarto esquema en apenas dos meses de competición. Es decir, seguiría sumando argumentos para acercarse aún más a ese "Sevilla versátil" que tanto
Monchi como el propio Emery anunciaron a bombo y platillo durante el pasado verano.
Después de deslumbrar en el arranque de curso con un 1-4-2-3-1 en el que basaba su solidez en un doble pivote físico, un enganche y dos interiores con gran capacidad de trabajo, dio una vuelta de tuerca a esa formación buscando "dominar con el balón" al
Depor con
Banega de organizador,
M´Bia ´box to box´ y
Denis de mediapunta. Antes también buscó sin éxito la superioridad sin balón con el 1-4-1-4-1 del Vicente Calderón.