Junto a Bacca y Gameiro, suman 13 de los 27 goles del cuadro nervionense

Aspas añade su eficacia a un tridente de miedo

Ha jugado dos partidos como titular, en los que ha anotado cuatro goles, y su promedio indica que marca uno cada 65 minutos que está en el terreno de juego, mejorando los guarismos del punta francés (105) y del colombiano (140).

Aspas añade su eficacia a un tridente de miedo
Aspas celebra uno de los goles del miércoles. - Enrique García
Enrique GarcíaEnrique García5 min lectura
La extrema competencia en la plantilla del Sevilla convierte cada minuto de juego en muy valioso para quien lo disputa. El nivel de compromiso exhibido por los futbolistas que saltaron a la Nova Creu Alta se explica desde la premisa de que, quien quiera jugar con regularidad, tiene que ganárselo en partidos de menor fuste.


Y, si hay un jugador que tiene difícil hacerse con un hueco en el once, ése es Iago Aspas. El excepcional inicio de Carlos Bacca y la reaparición de Kévin Gameiro han desplazado al gallego al tercer escalón jerárquico de los puntas. Su suplencia en Lieja, donde Iborra acompañó a Gameiro arriba, levantó suspicacias en torno al rol del gallego, que ha respondido a las mismas como mejor puede hacerlo un delantero: con goles.


Ante el Sabadell, Aspas anotó el primer ‘hat-trick’ de su carrera y el cuarto gol en lo que va de campaña, una cifra nada despreciable, teniendo en cuenta que el de Moaña únicamente ha disputado dos encuentros como titular: Rijeka y Sabadell.


Completan sus comparecencias esta campaña 46 minutos testimoniales en Liga, repartidos en cuatro encuentros, media hora jugada ante el Feyenoord y 25 minutos en la Supercopa, para un total de 263, que ha aprovechado bien, pues necesita una media de 65 minutos para anotar una diana.


Esto convierte a Aspas en el jugador del plantel más efectivo ante la meta rival, aunque los números de sus competidores no están nada mal. Gameiro ha vuelto con la chispa de quien parece que no se ha ido. El galo no acusa aparentemente los cinco meses de inactividad y, más allá de los dos goles conseguidos en los cuatro partidos que ha jugado, llaman la atención su velocidad y facilidad para ponerse de gol. Su promedio dice que cada 105 minutos sobre el césped celebra una diana.


El gran depredador
Mientras Gameiro y Aspas se ponían a punto, Bacca no ha dejado de perforar redes rivales. Siete en nueve apariciones ligueras. Un gol cada 140 minutos entre todas las competiciones en las que ha jugado el colombiano, que, en Liga, rebaja el promedio hasta los 110.


Con las irrupciones de Gameiro y Aspas, gana la paleta táctica de Emery, que, ahora, tiene más alternativas. Desde el regreso del galo ante el Elche han sido mayoría los minutos con dos puntas sobre el terreno de juego. De hecho, en los últimos partidos, el preparador de Hondarribia ya ha probado todas las combinaciones posibles de parejas de delanteros: Bacca y Gameiro jugaron juntos frente al propio Elche y de inicio ante el Villarreal; por su parte, Aspas sustituyó al galo ante el ‘Submarino’ y formó con el colombiano, mientras que, en la segunda parte del encuentro ante el Sabadell, compartió dupla atacante con el propio Gameiro.


Jugando juntos o por separado, lo cierto es que los tres puntas del Sevilla suma 13 de los 27 goles del equipo en lo que va de campaña. Cifras de escándalo para un tridente que, en vísperas de la noche de Halloween, mete miedo a los rivales.

Primer triplete desde el de Negredo ante el Valencia
Hacía casi año y medio que no se veía a un jugador del Sevilla marcar tres goles en un mismo partido. El último en lograrlo fue Álvaro Negredo, que anotó cuatro dianas al Valencia en la 12/13 en el último partido de la temporada el 1 de junio de 2013. Antes, el jugador vallecano había anotado tres dianas ante el Celta en el mes de marzo. En el siglo XXI, también Luis Fabiano, Kanouté, Julio Baptista y Kepa Blanco han conseguido materializar tres goles en un partido de Liga, mientras que, en la Copa, no se vivía un triplete desde el conseguido también por Luis Fabiano ante la Ponferradina en noviembre de 2008. El precedente al del brasileño fue el del uruguayo Germán Hornos ante el Cerro Reyes en 2003.
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