Cualquiera que siga con asiduidad la actualidad del Sevilla sabe perfectamente que
Vitolo es el ´ojito derecho´ de Unai Emery; sirva pues el partidazo que hizo ayer el canario como explicación para aquel que no entienda esta evidente predilección.
Porque ayer
Víctor Machín fue una auténtica ´machine´,
una máquina perfectamente engrasada al servicio del equipo y que, pese a partir desde la banda, es el ´organizador en la sombra´. Con un
inagotable repertorio de recursos técnicos, se mueve por todo el campo para hacer gala de su capacidad asociativa, crear, hacer jugar y asistir. No obstante, tanto o aún más destaca cuando se ve aislado. Ahí,
saca petróleo del terreno más estéril. No es el más veloz del equipo, pero su enorme zancada le ayuda a ganar metros con destreza; sabe rentar su corpulencia para aguantar las embestidas del defensor y regatea con gran facilidad.
Ayer protagonizó muchísimas acciones de mérito. Una jugada en la que Juan Carlos sacó en la misma línea el posterior remate de Bacca, un espectacular eslalom en el que fue dejando atrás a cuanto rival le salía al paso al poco de la reanudación, la asistencia para el definitivo 5-1...
No obstante,
su principal aportación fue echarse el equipo a su espalda en el tramo en el que más costaba abrir la defensa del Granada. Fue Vitolo ´Machine´.