Bacca: "Para mí, Dios es lo más importante que existe"

Lejos de la fama, la popularidad y los grandes lujos que envuelven a la vida de un futbolista, el sevillista Carlos Bacca (Puerto Colombia; 8 de septiembre de 1986) muestra en ESTADIO Deportivo su imagen más íntima, esa que aparentemente no va asociada hoy día a un profesional del balón. Nacido en una familia de pescadores, el de Puerto Colombia tuvo que luchar muy duro para abrirse camino en el fútbol de élite, viéndose obligado a pasar por penurias y trabajando como el que más, mientras observaba cómo la vida corría y no le llegaba esa oportunidad que tantos años llevaba esperando. Su amor por Dios, su esposa y su familia fueron aquellos pilares que posibilitaron que el cafetero sea hoy día una de las grandes estrellas del Sevilla, defendiendo los colores de su país en el pasado Mundial de Brasil y siendo objeto de deseo de los grandes clubes del mundo. Un final feliz a un merecido esfuerzo que Carlos Bacca agradece cada día y que no le hace olvidar sus "humildes" raíces.

Como bien demuestra durante la conversación, el ariete no sólo destaca por sus goles, sino que también se trata de un marido y un padre ejemplar, teniendo a su esposa e hijos siempre presentes; unos principios que no cesa de repetir durante una entrevista tan íntima y personal como ésta.


- Si por algo se ha caracterizado Carlos Bacca desde que arribó a Sevilla, más allá de por sus goles, es por su fuerte fervor religioso y por su amor a su esposa y familia.
- Dios me ha ayudado a cambiar mi vida. Desde que he recogido a Dios en mi corazón, las cosas cada vez salen mejor. Mi esposa es mi apoyo fundamental; mis padres, que están en Colombia; mis hermanos y mis amigos sinceros, que también están allá, que siempre me mandan un mensaje de apoyo y de aliento cuando las cosas van mal, me dan toda la fortaleza junto a mis hijos, que son la bendición que Dios me ha dado. Han cambiado mi vida y ahora sólo quiero compartir mi tiempo libre con ellos.

- En alguna ocasión se ha referido a su mujer como "su polo a la tierra". ¿Qué significa para usted?
- Llevo diez años con ella, desde que Carlos Bacca no era conocido por nadie, cuando las cosas no eran fáciles en su casa porque mi esposa, gracias a Dios, es una profesional. Es ingeniera civil y profesora; es decir, docente. Tiene dos carreras y por ahí no se veía qué podía darle yo en el futuro, que fuera algo bueno para ella. Pero día a día yo me esforcé porque es una mujer que tiene los mejores valores, que me ha ayudado mucho a crecer. Una mujer a la que yo amo, quiero, y con la que deseo vivir toda mi vida, disfrutando de nuestra vida juntos.

- Los inicios no fueron fáciles.
- No, para nada. Ella siempre iba encaminada hacia los estudios y Carlos Bacca, en cambio, viene de una familia muy humilde en la que mis padres me han dado los mejores valores. Pero pensando en el futuro, era normal; igual que yo ahora tengo a mis hijos y, pensando en ellos, espero darle los mejores valores para que en el día que ellos se enamoren tomen la mejor decisión, la correcta. Uno, obviamente, no elige de quién se enamora, pero dándole los mejores valores siempre es más sencillo acertar. Como yo hoy día, entonces sus padres pensaban eso. Pero bueno, día a día fueron viendo mi esfuerzo y a lo que me dedicaba. Se fueron consiguiendo las cosas y se fue aclarando el futuro para mí y para la familia.


Puede leer la primera parte de la entrevista en la edición impresa de hoy en ESTADIO Deportivo.