Hace dos veranos,
Monchi se enfrentaba al desafío de encontrar un relevo al insaciable apetito goleador de
Negredo, lo que por entonces se antojaba prácticamente imposible por los espectaculares registros del vallecano. Pero la fama del de San Fernando no se ha labrado por casualidad, sino a base de aciertos mayúsculos como la incorporación de
Carlos Bacca, una solución de carácter inmediato para el vacío realizador.
El colombiano, que el curso pasado cumplió la misión con la colaboración de
Gameiro, con guarismos calcados (21 tantos), no sólo se ha erigido en el principal argumento ofensivo del
Sevilla con un olfato extraordinario, sino que se ha situado entre los ‘killers’ más prolijos de la
Liga, codeándose con las superestrellas de
Real Madrid y
Barcelona. En este sentido, el de Puerto Colombia, con un total de 16 aciertos en
Primera división, se ha hecho un sitio en el ‘top five’ de los máximos goleadores de la Liga en el año 2014, sólo por detrás de
Cristiano y
Messi, fuera del alcance de los ‘mortales’, y de
Aduriz y
Benzema, que sólo le aventajan en dos y un gol, respectivamente.
Además, para alegría de las huestes nervionenses, sus cifras evidencian que el ariete cafetero va a más, que, lejos de estancarse tras una primera temporada excepcional, ya suma en lo que va de la presente campaña seis tantos más de los que firmó desde el mes de enero hasta que concluyó la 13/14. De esa forma, Bacca ha perforado la portería rival en esta campaña en un total de 10 ocasiones en 15 partidos, lo que supone un asombroso promedio de 0,6 dianas por choque, por los seis de la otra parte del año en 21 choques.
Su efectividad no deja de subir y, además, cumple con su tarea realizadora en un elevado números de encuentros, tanto que en la 2014/2015 sólo un futbolista le supera en cantidad de jornadas viendo portería: Cristiano Ronaldo. El internacional colombiano lo ha hecho en ocho (cinco en el resto de 2014), únicamente superado por el luso, con 13, e igualado con futbolistas de la categoría de Messi y
Neymar, lo que permite hacerse una idea de la dimensión adquirida por un delantero que llegó sin hacer demasiado ruido y que, tras un año grandioso, se encuentra entre los arietes más cotizados del mundo.