Realizado el sorteo, hubo quienes pensaron que el
Sevilla había tenido suerte, seguramente basándose más en el nombre del rival, no tan fiero hoy día a nivel continental, que en su verdadero potencial. El
Borussia Mönchengladbach recibió el sobrenombre de
'Los Potros' en 1965 debido a su querencia por hacer debutar a jugadores jóvenes, convirtiéndose en el principal referente del fútbol teutón durante la década de los 70. Los posteriores años de altibajos terminaron con la llegada, en 2011, de
Lucien Favre.
El técnico suizo, primero, sacó al equipo del descenso y lo metió en la previa de
Liga de Campeones, meses después. Pese a no poder mantener a jugadores como
Marco Reus, Marc-André ter Stegen, Dante Bonfim, Roman Neustädter o Michael Bradley, el Gladbach continúa siendo una escuadra muy competitiva, que lucha en la Bundesliga por volver a la máxima competición continental y siendo la segunda menos goleada del campeonato, tras el Bayern.
La
Europa League también demuestra que 'Los Potros' son, realmente, un lobo con piel de cordero. Han superado la ronda previa y la fase de grupos invictos (cinco victorias y tres empates), aun haciendo varias rotaciones, y destacan en múltiples registros estadísticos.
Por ejemplo, el
Gladbach es el equipo, de los 48 totales, con un mayor porcentaje de pases completados (el 88,3% los dan al compañero), el tercero en posesión (59%), el cuarto que más disparos realiza cada 90 minutos (18) y el más destacado en juego limpio: nadie hace menos faltas y sólo ha visto cuatro amarillas.
Los alemanes, poco agresivos, fuerzan las pérdidas del rival a través del orden (defienden con 4-4-2 y las líneas muy juntas) y, con balón, les gusta tocar en el centro, con
Christoph Kramer y
Granit Xhaka; y salir por las bandas, con hombres desequilibrantes como
Herrmann,
Ibrahima Traoré,
Thorgan Hazard o
André Hahn, casi todos actuando a pierna cambiada. Arriba, al zurdo y participativo
Max Kruse suelen acompañarle
Raffael o
Branimir Hrgota, mientras que a su portería llegó el pasado verano
Yann Sommer, quien ya destacaba en la meta del Basilea.
Su zaga es la línea que sufre más modificaciones, actuando a veces los centrales
Domínguez y
Jantschke como laterales sin verse alterada la estabilidad de un equipo muy duro, mucho más de lo que su nombre indica.