Valencia 3-1 Sevilla F.C: se ahogó en la pena máxima

Saltó el Sevilla a Mestalla con hasta tres novedades respecto al último partido liguero ante el Málaga. En primer lugar, Emery decidió darle descanso a Fernando Navarro en el lateral izquierdo y en su lugar entró Diogo, que con el conjunto malagueño jugó en el lateral derecho, en esta ocasión desempeñó sus funciones en esa posición Coke. Otra de las novedades en la defensa fue la entrada de Pareja por 'Kolo', el argentino volvía a la convocatoria tras cumplir sanción. Mientras tanto, en el centro del campo llegaba el turno para el canario Vitolo, que se vestía con la camiseta de titular en detrimento del lesionado Reyes que no entró en la convocatoria. La creación de juego correría a cargo de Banega y por detrás se encargarían de destruir el juego valencianista con Iborra y Krychowiak. Deulo y Bacca volvían a ser titulares al igual que Carriço.


Pintaban bastos para el Sevilla en su visita a Mestalla, el partido ya marcaba altas temperaturas antes del comienzo y es que el conjunto andaluz tuvo que acceder al estadio por la puerta trasera por el ambiente, un tanto hostil, que se vivía a la llegada de los hispalenses al estadio che. Así, en la primera parte el Valencia salió enchufado en los primeros minutos y al poco del inicio, Negredo está a punto de abrir el marcador, pero su balón, tras superar a Beto, no va dirigido a portería.


Este inicio de infarto fue un presagio de lo que iban a ser los primeros 45 minutos. El Sevilla controló el esférico en el primer cuarto de hora y dispuso de un par de ocasiones, la más clara, un remate de Vitolo completamente solo a la salida de un córner. Su cabezado fue centrado y Alves no tuvo problemas para blocarlo.


El Valencia fue el primero que golpeó y lo hizo tras un penalti un tanto innecesario de Diogo sobre Negredo, tan absurdo como clara fue la pena máxima. Se encargó de lanzarlo Parejo y así hizo el 1-0 en el minuto 18. Tras el gol, el Sevilla intentó mantener su estilo de juego pero por momentos le faltó profundidad, mientras tanto los locales esperaban rezagados.


Falta a favor y gol en contra
Una de las máximas en el fútbol, es que siempre y cuando tengas una jugada a balón parado, ya sea un saque de esquina o una falta, no puedes dejarla a media y mucho menos, dejar que te hagan una jugada de peligro por un error en el lanzamiento de la acción. Pues todo lo que le podía salir mal al Sevilla en un lanzamiento de falta ejecutado por Deulo, le salio, el balón salió demasiado bajo y el Valencia cogió descolocado al Sevilla y tras un contragolpe perfecto, Enzo Pérez se la daba a Parejo y el capitán hacía el segundo para los che y en su cuenta personal a los 32 minutos.


Con la afición valencianista celebrando aún el gol, una jugada por el pasillo central en las proximidades del área del Valencia acababa con Diogo en el suelo y Santiago Latre señalaba penalti. Bacca lo lanzaba a la derecha de Diego Alves y recortaba distancias en el 35. Pero no quedaría la cosa ahí, el conjunto che no estaba nada conforme con la pena máxima y para colmo de su desesperación, Latre señalaba por segunda vez el punto fatídico, esta vez no hubo dudas, Cancelo derribaba por detrás a Vitolo. Bacca volvía a enfrentarse a un especialista en parar penaltis, Alves, le cambiaba el lado y Alves se lo paraba. El Sevilla desperdiciaba la ocasión de empatar un partido que se le había puesto muy cuesta arriba. En los últimos cinco minutos de la primera parte, poco fútbol se pudo ver. El colegiado no añadió nada.


Atasco mental en el segundo acto
En la segunda parte el Sevilla pareció que no salió igual de concentrado que en el primer acto. En el primer cuarto de hora, los hombres de Emery desaparecieron del terreno de juego y el Valencia se hizo dueño y señor del mismo. El partido se fue convirtiendo por momentos en una batalla en la que el árbitro fue un socio más, permitiendo un juego duro y dejándose, o eso parecía, las tarjetas en el vestuario.


El Valencia, con su público llevándolo en volandas, buscaba sentenciar con el tercer gol y este llegó en el minuto 55 tras una asistencia en el borde del área de Rodrigo sobre Javi Fuego y este, con la zurda superaba a Beto por bajo, haciendo imposible la estirada. Tras el gol, el Sevilla, con más corazón que cabeza, buscó recortar distancias, pero el tercero y el penalti fallado por Bacca, que aún perduraba en la memoria, pesaban como una losa para los andaluces.


El Sevilla tuvo un par de ocasiones para acortar distancias, la más clara la tuvo Denis Suárez, que recibío un gran pase de Gameiro (acababa de ingresar en el terreno de juego por Bacca) pero el gallego no acertó a mandar el balón entre los palos. Deulo tuvo otra ocasión pero, como en casi todo el partido, el catalán pecó de individualista y no pudo completar la jugada como deseaba.


El conjunto de Nervión no pudo confirmar en la segunda parte lo que en la primera demostró, que podía superar a este Valencia y la bajada de pistón de los hombres de Emery le costó que los che tuvieran la posibilidad de hacer el tercero y sentenciar de esta forma el partido.