Placentero
cierre de mercado en
Nervión, donde la dirección deportiva sevillista, a diferencia de otras, no llevó a cabo
ninguna operación sobre la bocina, después de haber rastreado el mercado de manera incansable durante las semanas previas. Una realidad que tiene su explicación en
dos razones fundamentales: el
nivel de la plantilla y el
ajustado presupuesto destinado para refuerzos.
En Eduardo Dato han repetido por activa y por pasiva durante los últimos días que sólo arribaría a
Nervión un fichaje invernal si se encontraba algo que mejorase lo ya existente en el seno del vestuario sevillista. Pero claro, no todo era cuestión de valía o de nivel, sino también de
caché. Y es que el mediocentro que se ha estado buscando durante el último mes no sólo tenía que reforzar ese centro del campo que, con
M'Bia en la Copa de África y
Krychowiak lesionado, se ha visto tan desguarnecido durante los últimos partidos, sino que también tenía que ajustarse a unos parámetros económicos que, viendo la vara de medir de la plantilla, acotaba las opciones hacia niveles ínfimos.
Así, según ha podido conocer la redacción de ESTADIO, los de Eduardo Dato tan sólo disponían de un ajustado
presupuesto de unos dos millones de euros para atar al medio; cuantía que, por objetivos, podría llegar hasta los tres kilos haciendo un pequeño esfuerzo. Y así, lógicamente, no resulta sencillo.
Debía tratarse de un futbolista libre -como
Christian Noboa o
Lucho González- o que llegara cedido, tal y como se ha intentado con
Sertic (Girondins) o
Rabiot (PSG); operaciones, todas, que se han frustrado por cuestiones puramente económicas.
Mientras que el ecuatoriano, que acababa de cumplir su vinculación con el
Dinamo de Moscú, se ha acabado decantando por un
PAOK que le aseguraba un sueldo mucho más suculento que el que percibiría en Nervión, también ha sido el dinero aquello que ha retenido a
Lucho González en
Qatar. Con todo acordado con el argentino para llegar libre, un dinero adeudado al futbolista por parte del conjunto qatarí ha impedido ver al ex del
Oporto vestido de sevillista, puesto que los de Nervión no podían hacer frente a una parte de esa deuda que, probablemente, habría desenquistado la operación. Parecido, que no igual, ha sido lo sucedido con
Sertic y
Rabiot, de los que se pretendía una cesión, siendo la negativa del
Girondins, con el primero, y las dificultades presentadas por el
PSG, con el segundo, aquello que ha acabado dinamitando sendas operaciones.
Así, con el apretado presupuesto por bandera, la dirección deportiva sevillista ha preferido optar por la cautela y decantarse por no traer a un refuerzo que sumara en cantidad y no en calidad, como ya ocurrió en inviernos pretéritos con
'Babás y Stevanovics'. Hace falta un perfil creativo, sí; pero mejor nada que un
"Perico de los palotes".
Ofrecimientos varios y falsos interesesComo suele ser habitual, el de San Fernando ha dispuesto de
ofrecimientos varios durante el mes de enero, así como de
falsos intereses que se han vinculado con el
Sevilla bajo la intención de encarecer el producto.
Chantôme o
Susic son buena prueba de ello; gustan, pero no se ha movido ficha al respecto durante el ya concluido mercado invernal.