Se buscó una cesión o un futbolista libre

La cuesta de enero frena la llegada de un refuerzo en el Sevilla

Monchi ha dispuesto de un ajustado presupuesto de entre dos y tres kilos que ha resultado insuficiente para encontrar algo que mejore.

La cuesta de enero frena la llegada de un refuerzo en el Sevilla
Monchi dialoga con Emery en un entrenamiento. - A. Sáez/C. Pérez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 4 min lectura
Placentero cierre de mercado en Nervión, donde la dirección deportiva sevillista, a diferencia de otras, no llevó a cabo ninguna operación sobre la bocina, después de haber rastreado el mercado de manera incansable durante las semanas previas. Una realidad que tiene su explicación en dos razones fundamentales: el nivel de la plantilla y el ajustado presupuesto destinado para refuerzos.

En Eduardo Dato han repetido por activa y por pasiva durante los últimos días que sólo arribaría a Nervión un fichaje invernal si se encontraba algo que mejorase lo ya existente en el seno del vestuario sevillista. Pero claro, no todo era cuestión de valía o de nivel, sino también de caché. Y es que el mediocentro que se ha estado buscando durante el último mes no sólo tenía que reforzar ese centro del campo que, con M'Bia en la Copa de África y Krychowiak lesionado, se ha visto tan desguarnecido durante los últimos partidos, sino que también tenía que ajustarse a unos parámetros económicos que, viendo la vara de medir de la plantilla, acotaba las opciones hacia niveles ínfimos.

Así, según ha podido conocer la redacción de ESTADIO, los de Eduardo Dato tan sólo disponían de un ajustado presupuesto de unos dos millones de euros para atar al medio; cuantía que, por objetivos, podría llegar hasta los tres kilos haciendo un pequeño esfuerzo. Y así, lógicamente, no resulta sencillo.

Debía tratarse de un futbolista libre -como Christian Noboa o Lucho González- o que llegara cedido, tal y como se ha intentado con Sertic (Girondins) o Rabiot (PSG); operaciones, todas, que se han frustrado por cuestiones puramente económicas.

Mientras que el ecuatoriano, que acababa de cumplir su vinculación con el Dinamo de Moscú, se ha acabado decantando por un PAOK que le aseguraba un sueldo mucho más suculento que el que percibiría en Nervión, también ha sido el dinero aquello que ha retenido a Lucho González en Qatar. Con todo acordado con el argentino para llegar libre, un dinero adeudado al futbolista por parte del conjunto qatarí ha impedido ver al ex del Oporto vestido de sevillista, puesto que los de Nervión no podían hacer frente a una parte de esa deuda que, probablemente, habría desenquistado la operación. Parecido, que no igual, ha sido lo sucedido con Sertic y Rabiot, de los que se pretendía una cesión, siendo la negativa del Girondins, con el primero, y las dificultades presentadas por el PSG, con el segundo, aquello que ha acabado dinamitando sendas operaciones.

Así, con el apretado presupuesto por bandera, la dirección deportiva sevillista ha preferido optar por la cautela y decantarse por no traer a un refuerzo que sumara en cantidad y no en calidad, como ya ocurrió en inviernos pretéritos con 'Babás y Stevanovics'. Hace falta un perfil creativo, sí; pero mejor nada que un "Perico de los palotes".


Ofrecimientos varios y falsos intereses
Como suele ser habitual, el de San Fernando ha dispuesto de ofrecimientos varios durante el mes de enero, así como de falsos intereses que se han vinculado con el Sevilla bajo la intención de encarecer el producto. Chantôme o Susic son buena prueba de ello; gustan, pero no se ha movido ficha al respecto durante el ya concluido mercado invernal.
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