Una inoportuna lesión, las dudas dejadas entre la afición durante su exigua participación y la irrupción del canterano
Sergio Rico bajo palos han provocado que la hoja de vida como sevillista de
Mariano Barbosa sea hasta la fecha de dos partidos;
163 minutos en Primera división que podrían dificultar la continuidad del argentino en
Nervión hasta el propio punto de romper su vinculación con la entidad blanquirroja el próximo mes de junio.
El contrato del guardameta argentino refleja una cláusula en la que el
Sevilla se reserva la
opción de rescindir al portero a final de temporada, si éste no alcanza
un mínimo de un 44% de partidos oficiales disputados durante el curso; condición que, visto sus números, le será totalmente imposible alcanzar en lo que resta de la 14/15.
Así, habiendo participado tan sólo en dos partidos,
Barbosa simplemente ha completado hasta la fecha un 5% de los encuentros; unos tristes registros que le ayudan poco en su devenir como sevillista, estando condicionado su segundo año como blanquirrojo a los deseos de la dirección deportiva sevillista, que tiene en su mano el poder rescindirlo de manera unilateral bajo dicha cláusula.
Así, con
40 partidos oficiales disputados (25 de
Liga; ocho de
Europa League; seis de
Copa y uno de
Supercopa de Europa) y con 15 encuentros por jugarse como mínimo (13 jornadas de Liga y la eliminatoria a doble partido ante el
Villarreal en Europa), la temporada de los nervionenses nunca bajará de la cifra de 55 encuentros oficiales, por lo que
Barbosa debería alcanzar un mínimo de 24 partidos jugados, algo que le sería totalmente imposible teniendo en cuenta que sólo ha participado en dos y que le restarían 15. Jugándolo todo (algo poco probable), llegaría como máximo a 17.
Idéntico caso ocurriría en el supuesto de que los de
Eduardo Dato alcanzaran la final de la
Europa League nuevamente, llegando la temporada sevillista a la cifra de 60 partidos oficiales. El 44% exigido empujaría a
Barbosa a alcanzar la friolera de 26 titularidades, siendo algo materialmente imposible -sólo podría llegar hasta 22-. De caer en cuartos, requeriría 25, mientras que nunca disfrutaría de más de 19 opciones; en semifinales, que necesitaría entre 25 y 26 partidos (25,9), sólo gozaría de 21 posibilidades. Será
Monchi, por tanto, quien tenga la última palabra sobre el futuro del argentino
Barbosa.