Empezando el próximo viernes 11 contra el Levante y acabando con la difícil visita del Barcelona al Pizjuán, fijada para el 3 de octubre. Y entretanto, encuentros tan importantes como el estreno en Champions ante el Borussia Mönchengladbach, el día 15, o la visita a Turín para medirse a la Juventus el último día de septiembre.
Al Sevilla le espera algo más de tres semanas, lo que hay entre el parón liguero actual y el que habrá a principios de octubre, en las que, entre competición doméstica y el máximo torneo continental, disputará dos partidos por semana. Así, tras medirse al conjunto levantino en la tercera jornada liguera el próximo viernes, el
Sevilla recibirá a su primer rival de Champions, el Borussia Mönchengladbach, el martes 15. A éste le seguirá el Celta (20 de septiembre); la visita a Las Palmas en jornada intersemanal (miércoles 23); llegará el Rayo al Pizjuán (domingo 27); visitará a la Juventus en Turín el día 30; y, por último, Nervión vivirá la visita del Barcelona el sábado 3 de octubre. En total, siete compromisos oficiales en apenas 23 días, una auténtica maratón de partidos que hará que
Unai Emery tenga que tirar de su ´fondo de armario´, única vía para que los jugadores lleguen frescos a cada partido.
Un calendario muy ajustado, por tanto, que ha hecho que el
Sevilla tome cartas en el asunto. Desde Nervión no están de acuerdo con los horarios impuestos por la LFP y así lo han deslizado a varios medios, poniendo especial énfasis en el duelo que medirá a Sevilla y Barcelona, pues entienden que tras el partido contra la Juventus tendrán sólo tres días para preparar la visita de los culés, por cuatro que tendrán los de Luis Enrique (jugarán el martes). Además, la cercanía del partido contra el Levante con algunos encuentros internacionales hace que varios de los jugadores del
Sevilla vayan a llegar muy justos para el envite...
En definitiva, un mes duro, durísimo, en el que el
Sevilla deberá demostrar que, tal y como sostienen desde la planta noble del Pizjuán, hay plantilla.