¡Felicidades! El
Ramón Sánchez-Pizjuán cumple hoy 57 años con un 'look' renovado y con una imagen aérea muy distinta a la de hace unos años, pues el claro predominio del
blanco ha dejado paso a un
rojo pasión. Es un cambio bastante visible, pero ni mucho menos el único que ha experimentado en estas casi seis décadas de existencia.
Inaugurado un
7 de septiembre de 1958, con un amistoso ante el
Jaén (3-3), el coliseo nervionense fue ideado por el presidente del que tomó nombre ya en los años 30.
Proyectado en 1954 por el arquitecto
Manuel Muñoz Monasterio, la primera piedra fue puesta en
1956, sólo unos meses después del fallecimiento de
Sánchez-Pizjuán y durante dos años se levantó ya bajo el mandato de Ramón de Carranza. La marcha de las obras era visible desde el
antiguo estadio de Nervión.
Las tribunas altas de
Fondo y
Preferencia aún tendrían que esperar hasta 1974, bajo la presidencia de
Eugenio Montes Cabeza, y ocho años después se puso guapo para ser sede del
Mundial de 1982, construyendo la visera y el famoso
mosaico de Preferencia.
La última gran remodelación fue hace veinte años, en 1995, cuando la
normativa FIFA obligó a eliminar todas las
localidades de pie y pasó de tener un aforo de 65.000 espectadores a uno apto para 42.500. A día de hoy, vive su
cuarta gran modificación, con un proyecto que también prevé modificar su fachada exterior y que ha obtenido una repuesta muy positiva por parte del sevillismo.
Pudo ser el Ramón Sánchez MuñozMuy pocos saben que el
Sánchez-Pizjuán podría llamarse hoy estadio
Ramón Sánchez Muñoz, teniendo esta
curiosidad su explicación en que el expresidente sevillista vio cómo un juzgado de Sevilla le otorgó el apellido Sánchez-Pizjuán con cuatro años, después de haber nacido bajo el nombre de Ramón Sánchez Muñoz; Sánchez por parte de padre y Muñoz, por madre.