El análisis del Levante-Sevilla

Osado e imprudente exceso de confianza

Lo que parecía un camino de rosas, con ventaja ante un rival parado, se convirtió en un ejercicio de impotencia que acrecienta las dudas.

Osado e imprudente exceso de confianza
Llorente 'aconseja' a Emery el 4-4-2. - F. Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 2 min lectura
Muy pronto se adivinaron las intenciones de uno y otro. Sin pudor, el Levante, con su defensa de cinco, le entregó el campo y el balón a un Sevilla que tocó y tocó sin oposición durante todo el primer acto. Ni el 0-1 cambió el rácano plan de Alcaraz y la inédita pareja de centrales, mirada con lupa, no pasaba el más mínimo apuro.

Bajo el 4-4-2 al que Unai recurrirá con más frecuencia este curso, era Vitolo quien comandaba las operaciones. Sus arrancadas eran sinónimo de peligro y los centímetros de Llorente, entre toque y toque, eran buscados recurrentemente. Todo ello, con un Levante parado, sin presionar.

En ese escenario, el zapatazo de N´Zonzi abría pronto la lata, pero lo que parecía un camino de rosas se convirtió en un ejercicio de impotencia. Faltó ambición para ´matar´ el partido, dando vida a un rival que agradeció la especulación nervionense para empatar e incluso mandar en una nefasta segunda mitad de los de Emery, obligado a cambiar al 4-2-3-1 ante la inconexión de sus puntas. Nula fue la reacción sevillista y, sin garra ni intensidad, si algo estuvo cerca, pese al penalti birlado, fue la derrota. Esto sigue sin arrancar.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram