Los vigueses presentan una media de 17 disparos por partido

La prueba de fuego

La prueba de fuego
Kolodziejczak y Andreolli afirman entenderse bien sobre el campo pese a la barrera del idioma. - F. Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 3 min lectura
Primero cayó Carriço, con una rotura muscular. Y días después, Adil Rami, con problemas en el adductor. De una tacada, y con Pareja aún convaleciente de su grave lesión, Emery perdía a su pareja de centrales titular para entre mes y medio y dos meses.

Un serio contratiempo que el técnico vasco ha atajado con dos actores secundarios que despertaban dudas. Él mismo se había decantado hasta entonces por retrasar a Krychowiak al eje de la zaga ante las bajas en esa parcela, pero, consciente de que sin el polaco en el centro su equipo baja muchos enteros, Unai no ha tenido otra que apostar por Kolodziejczak, que tras el virus parecía haber perdido su confianza, y el recién llegado Andreolli, que llevaba seis meses sin jugar un partido oficial.

Mirados con lupa, ambos cumplieron ante el Levante, destacando, por su seriedad, el debut del italiano. Cierto es que el conjunto granota no les puso en excesivos apuros, pese al empate final, pero aún menos trabajo tuvieron en el choque de Champions ante el Mönchengladbach, que sólo dirigió entre los tres palos uno de sus escasos nueve remates a puerta.

Ahora, sin embargo, llega un atrevido Celta que destaca por sus registros ofensivos. No en vano, el cuadro vigués es el segundo máximo realizador del campeonato con ocho dianas, tres menos que el Real Madrid, con una media de disparos por partido (17) que sólo es superada también por el conjunto blanco (21).

Sin duda, una importante prueba de fuego para dos jugadores que se conocen desde hace poco más de dos semanas y que no comparten idioma, aunque ambos han asegurado que se comunican bien con las pocas palabras en español que maneja el ex del Inter. Una sintonía que poco a poco va consolidando una dupla formada por dos piezas con virtudes diferentes, ya que si el francés destaca por su rapidez y capacidad de anticipación, al transalpino se le adivina una mayor sapiencia táctica y un potente físico.

Cualidades que ambos deben seguir refrendando para convencer a Emery de que no debe tocar otras teclas de cara a citas más exigentes, como las que los sevillistas afrontarán ante Juventus y Barça antes del parón.

De momento, mañana tendrán enfrente a un peligroso tridente formado por Aspas, Nolito y Orellana. Estos dos últimos, de hecho, han participado en siete de los ocho tantos celestes: tres goles y una asistencia del sanluqueño y dos dianas y un pase de gol del chileno.
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