En la 13/14 también halló alivio en Europa, con tres triunfos en pleno caos liguero

El paradójico espejo en el que se mira el Sevilla

El Sevilla lleva los mismos puntos que en la 13/14, en la que Unai también firmó un pésimo arranque liguero pero no tardó en remontar para luego acabar quinto y conquistar Europa.

El paradójico espejo en el que se mira el Sevilla
Rakitic, durante el partido de la jornada 4 de la 13/14 contra el Barcelona. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 3 min lectura
Paradójicamente, la delicada situación liguera del Sevilla, colista tras cuatro jornadas, encuentra consuelo en un comienzo tan pésimo como el actual. No en vano, hace dos temporadas, en el primer proyecto con el sello de Emery, el equipo tampoco conocía la victoria a estas alturas de la competición y, como ahora, sólo sumaba en su casillero dos puntos de los doce posibles.

Un paralelismo que va más allá tanto en cuanto aquel Sevilla se enfrentó en los tres primeros partidos a los mismos rivales del presente curso con idéntico desenlace, empates ante Málaga y Levante y derrota contra el Atlético de Madrid, mientras que en la cuarta cita de la 13/14 cayó contra el Barcelona y hace dos días lo hizo ante el Celta.

No obstante, la posición y los guarismos realizadores del presente curso empeoran incluso a los de entonces, pues hace dos campañas el cuadro hispalense tenía por detrás en la tabla a Osasuna, cayendo en el pozo de la clasificación en la quinta jornada tras perder con el Valencia.

Además, el equipo liderado por Rakitic mostró mayor poderío realizador que el Sevilla de Champions, con una media superior al gol por choque y un total de cinco, tres más que los anotados en este ejercicio, en el que se ha quedado a cero en dos duelos y está evidenciando una alarmante falta de puntería. Por el contrario, aquel equipo exhibió mayor fragilidad atrás con ocho tantos encajados por los seis de este año, lo que deriva en un global de -3 en la 13/14 y de -4 en la actual.

Al margen de los detalles, la trayectoria en esta temporada recuerda inevitablemente a los inicios del nuevo ciclo estrenado con Emery, lo que posee una lectura positiva y, en cierto modo, desentierra la esperanza.

Y es que aquel nefasto arranque se transformó con el paso de las jornadas en el despertar del gran Sevilla, pues terminó dicha campaña en la quinta planta (a un solo punto del tercero) y conquistando la Europa League. El equipo se activó en la jornada sexta con la primera victoria liguera y encadenó cinco envites sin perder que ya lo catapultaron a la mitad de la tabla.

Recientemente, Coke Andújar puso como ejemplo esta remontada y, sin duda, es el espejo en el que mirarse de un Sevilla que no ha perdido la fe en su capacidad y confía en emular la reacción de hace dos campañas.
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