El Sevilla vuelve a Italia con el recuerdo de sus dos últimos títulos

El Sevilla, que se enfrentará este miércoles contra el Juventus en la Liga de Campeones, viajará a Italia con el buen recuerdo de sus últimas dos visitas, que le supusieron dos títulos continentales, a pesar de que hasta la pasada primavera jamás había ganado a un rival transalpino.

Los sevillistas ya conocen el Juventus Stadium de Turín, donde jugarán por segunda vez el miércoles después de que en mayo de 2014 disputase allí el equipo adiestrado por Unai Emery la final de la Liga Europa, ganada al Benfica de Lisboa en la tanda de penaltis (0-0).

La pasada temporada, el Sevilla volvió a Italia para disputar la vuelta de la semifinal de la Liga Europa, en la que posteriormente revalidó su título, y certificó en el campo del Fiorentina (0-2, con goles de Bacca y Carriço) un pase encarrilado desde la ida (3-0, con doblete de Aleix Vidal y un tanto de Gameiro).

Hasta entonces, el Sevilla jamás había conseguido vencer en competición oficial a un equipo italiano, contra los que tenía un balance desfavorable de tres derrotas y un empate en cuatro emparejamientos.

La primera vez que los sevillistas se enfrentaron a un conjunto transalpino fue en los octavos de final de la Copa de la UEFA 2004-05, cuando el Parma empató a cero en el Sánchez Pizjuán y obtuvo su pase gracias a un solitario tanto de Cardone en la vuelta.

En la Supercopa de Europa de 2007, que el Sevilla disputaba como campeón de la UEFA, el AC Milan derrotó (3-1) en Mónaco a un conjunto andaluz que se adelantó por medio del brasileño Renato pero que se vio superado en la segunda mitad por los goles de Inzaghi, Jankulovski y Kaká.

Los jugadores sevillistas disputaron aquel encuentro en unas condiciones anímicas muy peculiares, ya que cuatro días antes había fallecido su compañero Antonio Puerta, víctima de un infarto padecido en un encuentro de Liga ante el Getafe.

El último partido del Sevilla frente a un rival italiano fue en la fase de grupos de la Copa de la UEFA 2008-09, que se jugaba a una sola vuelta, cuando el equipo dirigido por Manolo Jiménez fue eliminado al perder en Génova (1-0) el encuentro decisivo ante el Sampdoria, que logró clasificarse gracias al gol de Bottinelli.