El más difícil todavía para el intocable Krychowiak

A mediados de noviembre Grzegorz Krychowiak ya acumula en sus piernas la barbaridad de 1.890 minutos, el resultado de no haberse perdido ni un sólo segundo de los 21 partidos disputados hasta ahora en la presente temporada, 16 con la elástica del Sevilla, entre Liga, Champions y Supercopa (con prórroga), y los cinco con la selección de Polonia, en la que se erige en una pieza indispensable y de peso en el vestuario.

Un descomunal desgaste que está poniendo a prueba el físico privilegiado del centrocampista de Gryfice, un auténtico ‘Iron Man’ sobre el que se sostiene la zona ancha nervionense y que, a día de hoy, no tiene recambio en la plantilla.

Y es que ni siquiera ha disfrutado de descanso en el amistoso que el combinado polaco afrontó el viernes contra Islandia, corroborando un pleno de minutos que enfrenta a su sobrenatural resistencia a un más difícil todavía dentro del descomunal margen de aguante que ya había evidenciado en campañas anteriores.

No en vano, no es la primera vez en su carrera que Krychowiak se carga de minutos, al contrario, pues, por lo general, está acostumbrado a ser prácticamente insustituible. Le ocurrió por ejemplo en la 12/13, en su primer año en el Stade Reims francés, equipo donde se hizo un nombre y era la referencia del centro del campo. Tanto es así, que a estas alturas de la competición lo había jugado todo en la Ligue 1 y sólo se había perdido 25 minutos en la Copa de la Liga en un total de 12 choques. En el resto del torneo sólo se ausentó en tres envites, disputando después todos los minutos a excepción de 45 para acabar el curso con un global de 3.133 minutos.

No se quedó muy atrás en su estreno en Nervión el curso pasado, pues por estas fechas registraba 1.326 minutos en 16 envites (11 ligueros, cuatro de Europa League y la Supercopa) y únicamente se ausentó en 114’, 30’ en el debut europeo ante el Feyenoord, al ser sustituido en el 60’, y 84 en la jornada 7 al empezar en el banquillo y salir al campo en las postrimerías. Los demás encuentros los completó como espejo de su importancia en el esquema de Emery a pesar de ser un recién llegado.

Una elevadísima participación que, sin embargo, pierde la batalla con la de este curso, por la sencilla razón de que es matemáticamente imposible tener una mayor cuota que ahora, con la totalidad del tiempo en su haber.

Toda una proeza reflejada en el curioso dato de que Krychowiak ya suma esta campaña la mitad de los minutos que en la temporada 13/14 completa, la última antes de llegar al Ramón Sánchez-Pizjuán y en la que registraba un total de 2907’ por los 1470’ de ahora.