Su otrora arma letal se vuelve un boomerang contra los de Emery

El Sevilla siempre ha sido uno de los equipos de la Liga más temibles en las jugadas a balón parado. El esmero con el que Unai Emery prepara las acciones de estrategia es conocido desde sus etapas en Lorca y Almería, donde el vasco dio sus primeros pasos en su carrera como entrenador. Sin embargo, lo que tradicionalmente ha sido un arma letal del Sevilla y Emery, tanto juntos como por separado, esta temporada se ha convertido en un boomerang que se ha vuelto en contra de los intereses del cuadro nervionense, el que más goles encaja en jugadas de estrategia en lo que va de campeonato.

Ha recibido un total de cuatro. El primero, en Ipurua ante el Eibar (1-1), que se adelantó gracias a un certero cabezazo de Borja Bastón, tras tiro libre desde la banda derecha colgado por Saúl Berjón.
Mario Gaspar fue el siguiente en hacer mella, en la derrota ante el Villarreal (2-1). Denis Suárez botó un córner desde la izquierda, el balón quedó muerto y el lateral se revolvió ante la pasividad de Trémoulinas, Iborra y Coke y batió a Sergio Rico.

El único partido en el que ganó pese a encajar a balón parado fue ante el Real Madrid, que se adelantó con un acrobático golazo de Sergio Ramos tras un córner botado por Isco. El cuarto y último fue en Anoeta, en el 2-0 ante la Real Sociedad, que se adelantó por medio de Agirretxe. Saque de esquina de Rubén Pardo, despeje hacia atrás de Krychowiak y el balón le cae franco al delantero donostiarra, que fusiló.