El
27 de mayo de 2015 el
Sevilla FC ganó al
Dnipro la final de la
Europa League, un cuarto entorchado europeo que quedó por encima de un dato anecdótico: era la cuarta victoria seguida tras la conseguida en
Florencia en la misma competición y las dos logradas en las últimas jornadas ligueras contra el
Almería y el
Málaga.
Ha tenido que pasar más de medio año para que el
Sevilla volviera a ganar dos partidos oficiales seguidos, como ha conseguido ahora, con los triunfos sobre el
Valencia, en la
Liga, y el
Logroñés, en la
Copa del Rey. La ausencia de triunfos fuera de casa ha privado al conjunto de
Emery enlazar más de un triunfo hasta alcanzado el mes de diciembre. La campaña pasada, sin ir más lejos, tras empezar con derrota contra el
Real Madrid en la
Supercopa, y con un empate frente al
Valencia en la
Liga, logró encadenar cinco victorias (cuatro en Liga y otra en competición europea contra el
Feyenoord) todavía en septiembre.
En la
Liga, el
Sevilla sí ha ganado dos partidos seguidos, ambos en casa, ante el
Rayo Vallecano y el
Barcelona, pero en medio disputó el encuentro de
Champions en el
Etihad de Manchester, donde perdió por 2-1.
De ganar al
Deportivo encadenaría tres victorias, algo que la temporada pasada consiguió hasta en cinco ocasiones, una de ellas, precisamente por estas fechas y con un calendario similar al actual al derrotar al
Granada por 5-1 en el
Pizjuán, al
Sabadell en la
Copa y al
Rayo Vallecano fuera de casa. Además, el calendario depara al
Sevilla tres partidos seguidos en casa en la
Liga, la
Champions y la
Copa.