Bien es sabido por todos que las leonas son las encargadas de cazar en la sabana mientras que el león se ocupa principalmente de la protección de la manada; una seguridad que aporta con su simple presencia, más allá de que se lleve horas ausente o aparentemente ajeno a lo que pasa a su alrededor. Su porte y fortaleza le convierten en una fiera a temer... Justo lo que le ocurre a
Fernando Llorente en
Nervión, donde el ´
León´ riojano está despertando lentamente de su letargo para hacerse cargo del vestuario sevillista, una ´manada´ que en este inicio de liga no está sabiendo sobrevivir exclusivamente de los goles de
Kévin Gameiro, quien suma cinco dianas en las 14 jornadas disputadas hasta la fecha. Un registro goleador que, pese a ser superior al de temporadas anteriores, no es suficiente, siendo necesaria la ayuda del italiano
Ciro Immobile, quien no ha sabido mantener viva su eclosión ante el
Real Madrid, y
Fernando Llorente, quien se está desperezando lentamente para dar el zarpazo definitivo que se le presupone a un futbolista que arribó al
Sánchez Pizjuán como gran referente ofensivo. El pasado sábado, ante el
Deportivo, fue clave, junto a
Vicente Iborra, quien también salió del banquillo para sumar un punto en
Riazor que sabe a victoria. Un encuentro en el que el riojano alcanzó su tercera asistencia de la temporada; papel en el que iguala con el de goleador, siendo también
tres las dianas que ha firmado hasta la fecha en los
469 minutos acumulados en Liga.
Al ´León´ le ha llegado su hora de despertar; la hora de demostrar quién es el rey de la sabana en el
Sánchez Pizjuán.