Las heridas del 'guerrero' polaco llamado Krychowiak

Tener la mano totalmente hinchada y llena de magulladuras no será un inconveniente para ver a Grzegorz Krychowiak el próximo sábado (20:30h) en el Sánchez Pizjuán ante el Sporting; un encuentro para el que Unai Emery podrá contar con su 'guerrero' en el centro de la defensa, pues no hay herida de guerra que pueda acabar con él. "Todo bien, con la mano lista para el partido del sábado", aseguró el propio Krychowiak en el día de ayer a través de su perfil de Twitter, horas después de que, nada más acabar el encuentro ante la Juventus, ya hubiera avanzado que no tenía molestias.

Y es que el internacional polaco, por muy 'trendy' que sea o mucho que le guste ir a la moda, es un auténtico 'guerrero' sobre el terreno de juego, habiendo demostrado ya en innumerables ocasiones que no haya nada que pueda impedirle defender la elástica sevillista en las grandes citas.

Es recordado por todos que el mediocentro jugó con máscara el último tramo de la temporada pasada, tras haberse fracturado la nariz durante el partido de Liga ante el Real Madrid; un encuentro que los merengues aprovecharon para adelantarse en el marcador mientras que Krychowiak estaba siendo atendido y que éste, incluso, acabó jugando con una máscara prestada y no adaptada especialmente para su rostro.

Sin embargo, ya había dado antes muestras de su pundonor, habiendo forzado para jugar ante el Eibar con el tobillo inflamado, algo que, eso sí, no pudo repetir meses después, cuando salió de Mestalla en muletas y con un esguince de grado II en su tobillo izquierdo tras una violenta entrada de Gayà que, según los servicios médicos del club, le habría afectado a la rodilla si se tratara de cualquier otro futbolista, y no de un 'supermán' como Krychowiak.

Una fisura en las costillas y más de un moratón son otras de las 'medallas' que acumula en su currículum de lesiones este superhombre sevillista con acento polaco.