Sergio Rico, un héroe forjado de constancia

Quizás lo imaginó en cientos de ocasiones, pero jamás pensaría que se fundiría en un abrazo con Gianluigi Buffon y que uno de sus ídolos bajo palos, un mito de la portería, le felicitaría por una actuación que, además, permitiría al club de su vida acrecentar aún más su leyenda. La realidad supera a veces a los propios sueños y Sergio Rico lo ha experimentado en primera persona, resultado de un trabajo y una constancia que exhibe desde benjamines, cuando ya se quedaba después de los entrenamientos sevillistas y pedía que le chutaran una y otra vez.

Era un niño incansable cuando a Buffon ya se le consideraba entre los mejores del mundo. Y ahora el italiano le expresa su sincera enhorabuena. El premio a la superación diaria, a sobreponerse a las adversidades y a la crítica agravada por su condición de canterano. La del martes ante la Juventus no fue su primera gran noche, pero el escaparate y su trascendencia lo encumbran, le confirman a ojos de todos como un portero de auténticas garantías. Hasta ocho paradas realizó, tres más que Buffon, y la mayoría de un mérito bárbaro. Sobre todo, las que mantuvieron el gol de ventaja, primero a Pogba a bocajarro, y después a Morata, cubriendo el espacio con una salida rápida.

Cualidad que, como cuenta a ED su primer entrenador en la cantera sevillista, Ernesto Chao, ya percibieron los técnicos nervionenses en sus albores: “Tenía muy buena talla y tapaba mucha portería. Además, era ágil y tenía buenos reflejos”.

Antes de estas intervenciones ya había salvado un zapatazo de Pogba, una falta de Dybala y un cabezazo de Sturaro, lo que preservó el empate a cero y brindó mayores posibilidades ante una Juve a la que habría sido casi imposible remontarle. Pero su brillo en Europa no se reduce a este partido, porque ya resultó decisivo la temporada pasada, con una soberbia eliminatoria ante el Gladbach, contra el que también destacó en el penúltimo partido de Champions. Además, una parada suya en la final ante el Dnipro fue elegida como la sexta mejor de Europa en la 14/15.

Méritos que no le valieron para empezar el curso con la titularidad, si bien la lesión de Beto y su creciente seguridad y madurez han zanjado cualquier debate y, a día de hoy, ningún sevillista duda sobre quién debe defender su portería. El chico de Montequinto. El héroe de Europa.