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En el Sevilla, las segundas partes sí son buenas

En el Sevilla, las segundas partes sí son buenas
Los jugadores del Sevilla celebrando el gol de Iborra en Riazor. - Alejandro Sáez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 3 min lectura
Hay una máxima en el cine que dice que las segundas partes nunca fueron buenas, haciendo alusión a que las secuelas de más de una afamada película han acabado con la expectación creada, estando muy por debajo del nivel mostrado en la gran pantalla por sus antecesoras. Y eso, concretamente, es todo lo contrario a lo que le ocurre en lo que va de temporada a los de Unai Emery en Liga, pues el conjunto nervionense sí que se está acostumbrando a hacer buenas las segundas partes de sus partidos, dejando en evidencia en innumerables ocasiones el exiguo trabajo realizado sobre el terreno de juego hasta el paso por vestuarios. Tanto es así, que los de Eduardo Dato han sumado 11 de sus últimos 14 goles en la competición doméstica después del minuto 45, siendo muchos de ellos tantos tan importantes como el de la pasada jornada, que permitió a Iborra firmar en el 76’ el empate ante el Deportivo en Riazor.

Lo mismo ocurrió, pero para sumar la victoria, en el Sánchez Pizjuán ante el Valencia, cuando Escudero hizo el 1-0 en el 50’. Ante el Madrid, dos de los tres goles llegaron también en la segunda mitad, después de que Immobile firmara el empate en la primera. Banega (61’) y Llorente (74’) hicieron el 3-1 antes de que los blancos acabaran acortando distancias para lograr el 3-2 definitivo.

Menos útil fue el tanto del riojano ante el Villarreal; llegó en el 76’, pero sólo sirvió para maquillar la derrota (2-1). Ante el Getafe, en Nervión, llegarían a partir del 45’ tres de los cinco goles endosados: Banega (50’), Gameiro (60’) y Konoplyanka (81’).
Gameiro, en el 71’, firmaría el empate ante el Eibar, mientras que Krohn-Dehli (52’) e Iborra (58’) harían lo propio para vencer al Barcelona por 2-1 ante la afición sevillista.

Es evidente, por tanto, que las segundas partes sí son buenas para los del Sánchez Pizjuán, que se están acostumbrando esta temporada a ponerse por detrás del marcador a las primeras de cambio; una faceta que Unai Emery, por tanto, tendrá que mejorar a lo largo de la temporada, haciendo que los goles en la segunda mitad sólo sirvan para agrandar la diferencia ya obtenida durante los compases de los primeros 45 minutos.
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