El gol del Sevilla se llama Kévin y se apellida Konoplyanka

Gameiro y el Sevilla lo necesitaban. Era urgente a nivel individual y colectivo. El delantero porque los de su clase viven del aroma del gol y su confianza depende del acierto en los últimos metros, y el equipo porque precisaba de la versión óptima de su principal apuesta en ataque, un galo que no afinaba su puntería desde el 24 de octubre con su triplete ante el Getafe. Y la ansiada reconciliación llegó de la manera con la que el francés más se relacionaba con su objetivo el curso pasado, como refresco. No en vano, con su doblete contra el Sporting, Gameiro es el futbolista con más tantos desde el banquillo de Europa en las dos últimas campañas, si bien cabe decir que el resto de dianas marcadas este curso las convirtió como titular, por lo que se ha librado de la etiqueta de simple revulsivo.

Sea como fuere, Gameiro ha reactivado sus sensacionales guarismos como sevillista, pues ya suma nueve dianas en esta temporada, es el pichichi del equipo, y presenta sus mejores registros a estas alturas de la competición desde que llegó al Ramón Sánchez-Pizjuán. De hecho, el ejercicio anterior, lastrado por las lesiones en el arranque, registraba cinco tantos por estas fechas, mientras que hace dos acumulaba ocho, número superado el sábado con sus dos goles en media hora ante el conjunto asturiano. En la 13/14 partió de titular en la mayoría de los primeros diez partidos, por lo que resulta revelador que este curso se supere a sí mismo a pesar de la sequía de un mes y medio.

Además, Gameiro, con 46 goles en 112 citas, se queda a sólo tres de los tantos marcados en total por Bacca (49 en 108) en Nervión y de convertirse en el jugador con más aciertos desde que Emery se sentó en el banquillo. No obstante, el de Senlis supera al colombiano en el promedio tanto en cuanto necesitó menos minutos para llegar a ese registro, 5.893 por los 7.031 de Bacca. Y es que el francés marca cada 128 minutos mientras que el cafetero lo hacía cada 143’, y, con su doblete, ha llenado su depósito de fe de cara a la visita al Betis, al que ya hizo dos goles en el último derbi.

El escenario ante el Sporting cambió radicalmente tras el descanso con la entrada de Konoplyanka, un vendaval en la izquierda que reactivó al Sevilla y le imprimió la marcha más que necesitaba para desarbolar al Sporting. En los primeros minutos avisó con varias diagonales finalizadas con disparos y pronto condicionó el sistema asturiano, pues Abelardo recurrió a Lora para fortalecer la banda, lo que no surtió efecto, pues el ucraniano venció igualmente la resistencia. Así las cosas, realizó un total de seis lanzamientos en 45 minutos, dos a puerta, dos fuera y dos repelidos por la zaga; completó el 100% de los regates que intentó (5) y llegaron a buen puerto el 81% de los 21 pases propulsados. Uno de ellos, medido a la cabeza de Gameiro, terminó en la red de Cuéllar en lo que fue la sentencia nervionense y una nueva asistencia de Konoplyanka.

De ese modo, el extremo sevillista ya suma un total de siete servicios de gol, seis en Liga y uno en la Champions League, lo que le sitúa como el máximo asistente del conjunto hispalense por delante de Vitolo y de Fernando Llorente, con tres. Regaló dos contra el Getafe y ante el Real Madrid, una frente a Villarreal y Sporting, y otra contra la Juventus, con un saque de esquina a la testa del riojano.

Además, Konoplyanka es el segundo en la tabla de goleadores con un total de cinco dianas, por lo que ha participado de forma activa en 12 de los 36 tantos marcados por el Sevilla en este curso. Cifras que reflejan que se trata de un futbolista determinante para Emery tal y como demostró con su exhibición ante el Sporting, vital para alcanzar el derbi con la moral por las nubes, y que está respondiendo a las elevadas expectativas suscitadas con su fichaje. Un crack con mucho que ofrecer aún en el Sánchez Pizjuán.