El Sevilla está siendo el huesped ideal en los estadios de Primera división. Es un buen equipo, tiene jugadores muy vistosos y es de los que llenan las gradas... pero, además, es uno de los tres conjuntos que aún no conocen la victoria a domicilio y es el segundo que menos goles anota.
Los nervionenses sólo suman cuatro tantos en ocho partidos como visitantes, los que lograron N´Zonzi, en el empate ante el Levante (1-1) en el Ciutat de Valencia; el de Gameiro en un idéntico resultado frente al Eibar en el estadio de Ipurua (1-1); el de Llorente, en la derrota (2-1) en El Madrigal de Villarreal -el único tanto fuera que no sirvió para puntuar-, y el de Iborra en la igualada en Riazor (1-1) frente al Deportivo. En las otra cuatro visitas ni siquiera fue capaz de marcar, casos de las tablas en La Rosaleda de Málaga (0-0) y en el derbi del pasado sábado en el Benito Villamarín (0-0) y de las derrotas ante Las Palmas y Real Sociedad (sendos 2-0) en el Estadio de Gran Canaria y en Anoeta, respectivamente.
Así las cosas, el Sevilla es el segundo visitante más inofensivo de la Liga, sólo por detrás de un Málaga que únicamente ha logrado hacer dos dianas en sus ocho partidos lejos de su estadio, y aún no conoce la victoria, como Las Palmas y Getafe. Es decir, ahora mismo ocuparía la decimoquinta posición en una hipotética clasificación que contase sólo los partidos disputados como visitantes. Y, es más, después de cinco empates, tres derrotas y sólo cinco puntos sumados fuera, los pupilos de Emery estarían a sólo uno de los puestos de descenso.