Carriço, el primer refuerzo en invierno

Su lesión en los albores del campeonato supuso un duro revés en los planes de Emery, pues se trata de un futbolista de un enorme peso específico en el equipo tanto en el césped como fuera de él. Un líder polivalente que el vasco utiliza como comodín al poder jugar tanto en el centro de la zaga como en la zona ancha, puesto en el que este año habría ganado relevancia por la ausencia de un compañero contundente para Krychowiak.

Por ello, la recuperación de Daniel Carriço se recibe en Nervión como la llegada de un refuerzo invernal, como una incorporación de lujo para un plantel que precisa de su oficio, carácter y solvencia en la contención.

Después de acumular varias semanas entrenando con el grupo, el portugués asegura que ya se encuentra listo para volver a los terreno de juego y que arde en deseos de ayudar al equipo. Es más, afirma que si Emery lo estima conveniente podría jugar mañana contra el Espanyol.

“Tras el parón de Navidad me encuentro muy bien y con confianza, sigo ganando ritmo con buenas sensaciones, que es lo importante. Estoy disponible, depende ya de lo que diga el míster. Si él me ve listo estaré a su disposición”, señaló ayer en los medios oficiales del club el futbolista luso, cuyo regreso podría solucionar a Emery el importante problema de cómo cubrir la ausencia del sancionado Krychowiak ante los pericos.

En este sentido, cabe la posibilidad de que apueste por Carriço como referencia defensiva en la medular, pues es el jugador más similar en este aspecto al polaco. Un partido con el que el luso quiere poner el broche de oro a 2015: “El Espanyol vendrá a Nervión a intentar complicarnos la vida, pero nos toca seguir con la misma dinámica que tenemos en casa, donde nos encontramos muy fuertes. Jugamos ante nuestra afición el último partido del año y queremos terminar 2015 a lo grande”.

Carriço se lesionó en pretemporada y se perdió la Supercopa de Europa y el primer partido de Liga en La Rosaleda. Pudo reaparecer en la segunda jornada contra el Atlético, pero tuvo que retirarse en el 68’ por una rotura parcial del tendón del músculo semitendinoso que lo ha apartado hasta ahora.