Los múltiples cambios experimentados por las plantillas de
Betis y Sevilla en los dos últimos veranos provocaron que numerosos jugadores se estrenaran en un
derbi el pasado
19 de diciembre. No en vano, hasta
diez futbolistas por equipos se bautizaron en el primer duelo cainita de los cuatro que se disputan en esta campaña, y sólo
ocho repitieron experiencia en el
Benito Villamarín. En el bando verdiblanco debutaron
Molinero, Varela, Bruno, Westermann, Vargas, Petros, Van Wolfswinkel, Ceballos, Digard y Cejudo; y por parte nervionense,
Sergio Rico, Trémoulinas, Kolo, Rami, Mariano, Krychowiak, Krohn-Dehli, Banega, Konoplyanka y Llorente. A pesar de este carrusel de estrenos, en el
derbi copero podrían producirse nuevas puestas de largo, pues hay jugadores que aún no han probado el sabor especial de la máxima rivalidad y están deseando hacerlo tras perderse el choque liguero. En el
Betis hay
seis, y dos ellos gozan de muchas opciones de inscribir su nombre en la historia de los derbis, pues apuntan incluso al once inicial, casos de
Piccini y de Pezzella. También se abre la puerta para
Van der Vaart, recién recuperado y que partirá desde el banquillo, el que compartirá con
Dani Giménez, inédito en el duelo sevillano, y con
Portillo.
Kadir no tendrá oportunidad, ya que no ha entrado en la lista de
Mel.
Por parte sevillista, la convocatoria de
Emery alberga
cuatro jugadores sin pasado en el derbi:
Immobile, N’Zonzi, Escudero y David Soria. El italiano podría ser de la partida después de no jugar contra el
Granada, y el galo se postula como una alternativa como acompañante de
Krychowiak. Más difícil lo tendrá
Escudero y el meta madrileño, aunque estando en el banco todo puede pasar y más en un partido de una naturaleza tan especial como el
derbi sevillano.