La segunda vuelta adquiere en
Nervión una dimensión de posibilidades. Una ventana a la esperanza de cumplir unas expectativas que en el primer tramo de la competición parecían alejarse de manera definitiva pero que, merced a la prestancia en el
Sánchez Pizjuán y la elevación de las sensaciones tras los últimos acontecimientos, se consideran de nuevo al alcance. El sevillismo ha traspasado el ecuador con el gusanillo de la ilusión de nuevo zizagueante, espoleado por la aplastante solvencia como local de los blanquirrojos y, sobre todo, por la lección de superioridad en el derbi copero contra el
Betis. Cree otra vez en el proyecto y percibe los diez puntos que le separan de la
Champions como un obstáculo salvable si el
Sevilla activa a partir de hoy la habitual aceleración del equipo de
Emery en la segunda vuelta, en la que años atrás se ha mostrado prácticamente intratable, llegando a la recta final a tope. Ya lo hizo en la
13/14 tras un arranque tan pobre como el actual y romper un mal fario fuera que también le obligó a remontar. Aquel Sevilla cambió el chip y se espera que ahora ocurra lo mismo, con el equipo cada vez más compacto y más seguro de sí mismo. No obstante, antes de probar esta deseada reacción lejos de casa, debe inaugurar esta tarde la escalada bajo el amparo de su gente en Nervión, donde ha igualado la mejor primera vuelta de su historia, encadena ocho victorias ligueras consecutivas y no encaja desde el
8 de noviembre, contra el
Real Madrid.
Poderío que examinará un
Málaga que se desplaza a la ´
Bombonera´ en su momento más optimo de la campaña y con el plus de motivación con el que siempre afronta su derbi por antonomasia fruto de una rivalidad que en ningún caso es recíproca. Así las cosas, los de
Gracia, que han atravesado por verdaderas dificultades en este ejercicio, parecen haberle tomado el pulso a la competición y encadenan siete encuentros sin perder, con un saldo de cuatro victorias y tres empates. Claro que los costasoleños podrían perder hoy mismo a uno de sus principales bastiones, pues el
Watford tiene previsto pagar la cláusula de
Amrabat, de momento incluido en una
lista de 19 y que regresa después de ausentarse en el anterior choque por sanción. Por lo demás, Gracia recupera al otrora castigado
Charles, su máximo realizador, y partiría de inicio con dos delanteros, el brasileño y
Cop.
Emery, por su parte, dispone de todos sus efectivos más allá de los lesionados de larga duración
Andreolli y Pareja, y de
Immobile, cedido al
Torino, y, a tenor de la convocatoria, apostará por su recurrente
4-2-3-1, ya que ha citado a seis centrocampistas y a sólo dos delanteros, dejando fuera al recién renovado
Juan Muñoz. También ha prescindido por decisión técnica de
Mariano y Kakuta, pero vuelven con respecto a la
Copa Vitolo, Trémoulinas, Coke y Cristóforo. Por tanto, la defensa, a priori, no ofrece dudas, con el vallecano y el de Lormont en los laterales, y
Rami y Carriço en el eje, mientras que en la medular
Cristóforo acompañaría a
Krychowiak por detrás de
Banega, y
Krohn Dehli desbancaría de nuevo de la titularidad a
Konoplyanka, aunque tampoco se puede descartar que sea de la partida. En la derecha el sitio corresponde a
Vitolo y la punta de lanza está reservada para el pichichi nervionense, un
Gameiro que ha recuperado su olfato y su capacidad para decidir partidos. Arma determinante para el pistoletazo de salida.