16 temporadas y 373 partidos como sevillista

Curro Sanjosé, un lateral de casta y coraje

El Sevilla homenajeará a este bravo defensor, reacio en un principio a retrasar su posición, aunque en ella acabó marcando una época en Nervión.

Curro Sanjosé, un lateral de casta y coraje
Curro Sanjosé posa para ED a las puertas del Sánchez Pizjuán, donde se convirtió en un ídolo del sevillismo. - F. Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 10 min lectura
Los pueblos que olvidan su pasado no tienen futuro. El Sevilla ha hecho suya esta célebre cita de Antonio Machado y la ha materializado en su Dorsal de Leyenda. Arza, Busto, Campanal, Achúcarro, Valero, Gallego, Lora y, ahora, Curro Sanjosé (Sevilla, 12-11-1952). Un mito del sevillismo que en la década de los setenta y los ochenta llevó a gala el lema de la casta y el coraje, como reza el himno del club. Todos recuerdan de él su pundonor y bravura, aunque como él mismo recuerda en su charla con ED, tenía alma de atacante.

- ¿Como recibió la noticia del homenaje que le brindarán?
"Con mucha alegría. Me llamó Pepe Castro y me lo comunicó. Me quedé que me temblaban las piernas porque es algo muy bonito. Estoy muy orgulloso porque es un homenaje a mi trayectoria en el Sevilla".

- Quienes le vieron jugar destacan de usted que encarnaba como pocos la casta y el coraje.
"Pues sí, al igual que otros como Enrique Lora. Pero yo empecé de extremo y era goleador. En esa posición fui internacional en juveniles y subcampeón de España con la selección andaluza. Técnica no me faltaba, ni velocidad, iba bien por arriba... Tenía muchas cualidades".

- ¿Y cómo pasó a ser lateral?
"Un día, después de cuatro años en el primer equipo, me llamó Santos Bedoya y me dijo que tenía que jugar de lateral porque se había lesionado Hita. Yo lo acogí reacio, le dije que no, pero él me contestó que o jugaba ahí o no jugaba en el Sevilla. Veteranos como Lora me dijeron: ´Curro, no seas tonto y acéptalo porque tú tienes cualidades para ese puesto´. Y ahí debuté en Tarragona. Ese día nos metieron cuatro, pero al partido siguiente, con el Betis, ganamos 2-1 y a mí me tocó cubrir a Aramburu, que no tocó el balón ni por arriba ni por abajo. La prensa destacó mucho mi partido y a partir de ahí fue coser y cantar; ya siempre jugué en el lateral con todos los entrenadores que tuve, y han sido muchos. Cada día me alegro más de aquello".

- Algunos le tachaban de duro.
"Era expeditivo y contundente en los balones divididos, pero nunca lesioné a nadie. Yo pienso que los defensas deben darse a respetar, pero en aquella época había muchísimos más duros que yo. Ni te lo imaginas...

- ¿Ha cambiado much?o el fútbol desde entonces?
"Claro que ha cambiado, pero lo que hace hoy día el lateral del Sevilla, y los de muchos otros equipos, ya lo hacía yo en aquella época. Me iba con mucha facilidad para arriba y marqué muchos goles para jugar de lateral. Recuerdo uno a Reina en el Manzanares casi desde el centro del campo, que empatamos a tres".

- También marcó en un derbi.
"Sí, fue a Esnaola en el 77 y ganamos 1-0. El balón estaba casi en el medio campo y la colé por la escuadra. Por todo esto digo que yo particularmente no noto mucho la diferencia, aunque ahora siempre hay alguien que le cubre la espalda al lateral, y entonces no era así".

- Estará orgulloso de tener el récord de derbis ganados.
"Por supuesto. He jugado muchos, en Liga y Copa, y un día, muchos años después, alguien me dijo que tenía el récord y fue una alegría. Es bonito porque sabemos cómo se viven aquí los derbis".

- ¿Como recuerda sus inicios?
"Con mucha alegría. Yo jugaba en el San Ignacio, del Polígono San Pablo, y en un partido en Piscinas Sevilla me vio Antonio Vega y me firmó para los escalafones inferiores. Estuve dos años en el juvenil, con Pablo Blanco, entre otros, y me cedieron al Alcalá, que era un filial. Un día marqué cuatro goles, Merkel se fijó en mí y ya empecé a entrenar con el Sevilla".

- Y con sólo 17 años, el debut.
"Fue en abril del 70, en la Copa del Generalísimo, en Pontevedra, y perdimos 1-0. Me marcó Irulegui y no lo hice mal, pero tras ese partido Merkel dimitió y se hizo cargo del equipo Diego Villalonga. Con él le dimos la vuelta a la eliminatoria y llegamos a semifinales".

- En total 373 partidos, que se dice pronto. Con momentos buenos y malos, imagino.
"El peor, sin duda, la muerte de Pedro Berruezo en Pontevedra. Eso fue un palo para todo el sevillismo. En cuanto a los mejores recuerdos, pues cuando nos clasificamos para Europa con Cardo. La eliminatoria ante el PAOK, los goles a Reina y Esnaola...

- Hábleme un poco de algunos de sus entrenadores.
"La forma de entrenar de Merkel influyó mucho en todos los que vinieron después porque en España no se entrenaba tan duro. Georgiadis era todo lo contrario, era más teórico, y con él el equipo se desinfló y se fue a Segunda. Ya después tuve a Olsen, un hombre muy duro que era lo que el equipo necesitaba, porque llevaba tres años en Segunda y no reaccionaba. Nos puso a todos más derechos que una vela. Los más veteranos no podían con sus entrenamientos, pero subimos y nunca más bajé".

- Sus últimos años fueron con Manolo Cardo.
"Hizo un equipo casi al cien por cien de la cantera, con los que ya estábamos y otros más jóvenes como Ruda o Francisco, y formó un bloque muy bueno. Miguel Muñoz dejó al equipo con cuatro negativos y en su primer partido ganamos 0-4 en Zaragoza, con cuatro goles de Pintinho, metiéndonos en la UEFA dos años seguidos. Cardo hizo una labor enorme; luego están Caparrós, Juande o Emery, pero es diferente porque los mimbres son mejores. Lo que hizo Cardo no lo ha hecho nadie".

- ¿Por qué no siguió vinculado al fútbol?
"Lo tenía muy claro desde antes de retirarme. Dirigí mi vida en otra dirección".

- ¿Y cómo ha vivido luego los títulos del Sevilla?
"He sido socio muchos años y he ido a casi todos los partidos europeos con mi familia. He estado en Eindhoven, en Glasgow, en las finales de Copa en el Bernabéu y el Camp Nou, en Turín...

- A ver si es usted el talismán.
"Pues la única que me he perdido ha sido la última en Varsovia, porque ya tenía contratado un crucero, pero allí nos juntamos diez o doce sevillistas y los vimos en una pantalla, animando a nuestro equipo".

- ¿Se esperaba tantos éxitos?
"Muchos lo ven ya como algo normal, pero es muy difícil. Sólo Madrid y Barcelona están obligados a ganar títulos, y no siempre lo hacen. Sólo clasificarse para Europa ya es un logro".

- ¿Y dónde está la clave?
"Yo siempre recuerdo a Juande, que hizo una gran labor, pero Monchi es un fenómeno. El club ha hecho muy bien renovándolo; le doy la enhorabuena".

-¿Qué me dice de Unai Emery?
"Ha pasado momentos no tan buenos, pero se ven que tiene muchas ganas de trabajar y el resultado ha sido enorme. Mejor no se puede hacer en estos tres años. Lo mejor de este Sevilla es que quitas a uno y pones a otro y no se nota".

- ¿Echa en falta más canteranos?
"En mi época, por ejemplo, ya se le habría dado la oportunidad a Juan Muñoz, pero ahora se firman a jugadores ya hechos. Con todo, siempre hay que darle oportunidades a los chavales porque la cantera del Sevilla es de las mejores de España".
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