Nervión se le presenta a Unai
Emery como el último madero al que agarrarse. Habiendo encadenado cuatro
victorias en Liga (Rayo, Barcelona, Getafe y Real Madrid), el
crédito que le aporta el Sánchez Pizjuán es lo único que le queda al de
Hondarribia, aquejado por la irregularidad de su equipo en este primer tramo de una temporada en la que aún no conoce la victoria
a domicilio y en la que la mala imagen demostrada en
Champions ante el
Gladbach le ha supuesto el adiós a esa competición y, además, le ha dejado con exiguas opciones de aferrarse a la
Europa League, estando a expensas de terceros.
Su debe ha llegado a un colapso total en el que los
récords del curso pasado y los dos títulos conseguidos han dejado de ser argumentos de peso para equilibrar su balance. Y, por eso, solicita crédito el vasco, siendo un rival directo como el Valencia, también en horas bajas, el sparring propicio para intentar ganar esa renta que necesita. Así, casi a vida o muerte, Unai Emery tendrá que cuadrar un once de garantías en el que no podrá contar con los lesionados de larga duración, pudiendo ser la inclusión del brasileño
Mariano Ferreira en el lateral derecho, en lugar de Coke, la principal novedad en la zaga. Otra de las grandes dudas ante el Valencia será quién acompañe al polaco Grzegorz
Krychowiak en el centro del campo, dado el bajo rendimiento de
Krohn-Dehli en el Borussia Park y la cuestionable aportación del francés Steven
N´Zonzi, quien pugnaría por dicho puesto con Vicente
Iborra.
Quienes sí tienen crédito para Emery en la segunda línea son
Konoplyanka, en la izquierda,
Banega y
Vitolo, quien brilla algo menos por la derecha, donde ha sido desplazado con la inclusión del ucraniano en el once. Arriba,
Gameiro parte como teórico titular, aunque no sería nada descabellado que Emery diera la oportunidad de inicio a
Immobile o
Llorente. Enfrente, un Valencia con la duda del tocado
André Gomes y un
Nuno en la picota que reforzará su centro del campo. Que Nervión, hoy, no pida el ´insert coin´.