No está acostumbrado el sevillismo en los últimos años a ver a su equipo tanto tiempo fuera de las ansiadas plazas europeas. La pasada campaña, sin ir más lejos, estuvo en ellas prácticamente toda la
Liga, salvo la primera jornada. Esta, en cambio, con 20 fechas transcurridas, aún no ha podido asaltar la frontera que marca la sexta plaza. Pero esta situación, aunque inusual, no es nueva en la etapa más fructífera de la entidad, en la que ha se ha clasificado para competiciones continentales en 11 de las 12 últimas campañas.
De hecho, el propio
Emery es el único técnico que ha sufrido este extraño caso durante el mencionado periodo, y supo resolverlo con éxito. Así, desde la
03/04, en la que el
Sevilla de
Caparrós estuvo entre los seis primeros las dos primeras jornadas y ya no volvió a ser sexto hasta la última, sólo en la actual temporada y en la
13/14, la primera del vasco desde el inicio, permaneció el cuadro nervionense sin pisar la zona noble a estas alturas.
Un dato que habla a las claras de la discreta campaña de los de
Unai, lastrados por sus pobres guarismos lejos del
Pizjuán. La nota positiva, en cambio, es la experiencia del propio entrenador, cuyo equipo, hace dos cursos, no alcanzó la zona europea hasta la
jornada 29, aunque ya no la abandonó hasta el final, acabando en quinta posición.
Ese es el gran espejo en el que se mira el conjunto blanquirrojo, aunque hay otros parecidos que alimentan la esperanza. Así, en la
05/06, coronada con la
primera UEFA,
Juande y los suyos sólo estuvieron en plazas continentales tres jornadas sueltas antes de la
jornada 21, momento en el que dieron el acelerón. También en la
07/08 costó alcanzar esa ansiada zona, en la que sólo estuvo en las cuatro primeras jornadas antes de dar el zarpazo definitivo en la
24ª jornada. Pero hasta en los peores años, en los que acabó noveno, en la
11/12 y 12/13, había saboreado en el ecuador de la competición una privilegiada posición que se resiste este curso.