Se puede decir que el Sevilla tocó fondo en Mönchengladbach, la noche que cayó eliminado de la Liga de Campeones tras una dolorosa derrota con la que encadenaba dos partidos seguidos perdiendo, pues unos días antes había caído en Anoeta.
Después de aquella noche el equipo sevillista encontró fuerzas para resurgir y llegar hasta donde está hoy: a las puertas de Europa en la Liga, acariciando una semifinal copera y aún vivo en Europa.
La culpa la tiene la racha iniciada en el duelo liguero contra el Valencia días después de la derrota en Alemania. Y es que desde entonces sólo ha perdido un partido el Sevilla de los últimos 15, el disputado ante el Granada en el primer partido de este 2016.
En estos 15 duelos, el Sevilla ha ganado al Valencia, al Espanyol, al Athletic y al Málaga en la Liga, los dos partidos contra el Logroñés y el Betis, además de la ida contra el Mirandés en la Copa, a la Juventus en la Champions, además de empatar en el Benito Villamarín, en Riazor y en el Vicente Calderón. Una gran racha a la que espera dar continuidad en Miranda y ante el Levante.