El agotador debate de cada año

En las principales ligas de Europa y en las dos competiciones continentales, la sede de las finales se fijan antes del inicio de temporada; una previsión que no existe en España, donde cada año, por estas fechas, llega el agotador debate de dónde celebrar la final de Copa del Rey; donde este año el Sevilla tiene mucho que decir.

La polémica y la confrontación están garantizadas, sobre todo si, como en las dos últimas ediciones, uno de los candidatos a alzar el título es el Barcelona, pues eso descarta automáticamente la opción preferida por todos: el Santiago Bernabéu.

El Real Madrid guarda silencio público, pero ‘off the record’ se niega tajantemente a ceder su estadio estando su eterno rival de por medio, alegando como motivos los destrozos sufridos en el Barcelona-Betis de la edición de 1997 y los pitos que la afición culé dedicará al himno nacional.

Esta postura, aparentemente inflexible, no variará los planes de los clubes; que ya han transmitido a la RFEF que quieren jugar en Madrid y que el coliseo madridista es la mejor opción, pues cuenta con 81.000 espectadores; casi 30.000 más que el ‘plan B’, el Vicente Calderón.

El Atlético no pone problemas en ceder su estadio, que tiene el inconveniente de la notable reducción del aforo disponible pero cuenta con la ventaja de estar en la capital de España. El AVE lleva a los sevillistas en sólo dos horas y los culés disponen de un puente aéreo de sólo hora y cuarto de duración.

Esta equidistancia es lo que convierte al Calderón en la opción más viable, pues otras, como Mestalla (Valencia) o San Mamés (Bilbao) presentarían más dificultades para mover hinchadas.

El vicepresidente de la RFEF, el ex presidente del Barcelona Joan Gaspar, ha advertido de que usará su cargo para presionar por la elección del Bernabéu; por lo que el hastiante lío aún tendrá mucho recorrido.

Alternativas:

Vicente Calderón (54.907 espectadores): Tiene un aforo sensiblemente menor al del Bernabéu, pero está en Madrid (con AVE para sevillanos y puente aéreo con los barceloneses) y el Atlético no pone pegas. Su elección no causaría ningún problema.

Santiago Bernabéu (81.044 espectadores): Por segundo año consecutivo, el Real Madrid cierra su estadio al Barça. Los destrozos de la final ante el Betis de 1997 (y el enfado por ver a Gaspar saltando al césped a celebrar el título culé) y los pitos al himno, los motivos.

Mestalla (55.000 espectadores): Suele ser la sede elegida cuando no se juega en Madrid o Barcelona. Al Barça le cae cerca, pero el Sevilla tiene Valencia a 700 Km.

San Mamés (53.332 espectadores): El renovado feudo del Athletic tiene el mismo aforo que el Calderón; el problema es que entre Bilbao y Sevilla hay 900 kilómetros.