Imagen agridulce de los de
Unai Emery sobre el césped del
St. Jakob Park de
Basilea, donde los nervionenses practicaron un fútbol muy correcto en el que Banega llevó la batuta, aunque faltándole el último pase y la profundidad durante los primeros 45 minutos. Un encuentro con luces y sombras de los de Nervión, que acabaron con diez por expulsión de N'Zonzi, y un resultado peligroso, siendo el
empate a cero una navaja de doble filo que puede poner en serios apuros al Sevilla la próxima semana en el Sánchez Pizjuán, donde los tantos suizos valdrían dobles.
Con un
Sevilla que hasta el paso por vestuarios basó todo su peligro en el balón parado, fue el Basilea, sin embargo, el que gozó de la ocasión más clara hasta el paso por vestuarios.
Janko, en la única ocasión que le cogieron la espalda al Sevilla, fue quien en el minuto ocho cabeceó a placer en el área un balón con rosca de Renato Steffen que acabó lamiendo el palo de la portería defendida por David Soria. Tras ello, la respuesta de
N'Zonzi, cabeceando fuera una jugada ensayada en una falta botada por Coke y un remate forzado del ex del Rayo tras otro lanzamiento de falta, puesta en el área por Banega. No sería hasta poco antes del ecuador cuando nuevamente N'Zonzi cruzara en exceso un centro de Krohn-Dehli para finiquitar una primera mitad en la que hubo más sensaciones que ocasiones.
Diferente, en cambio, fue la
segunda mitad, cuando el Basilea saltó al campo con un mayor control del esférico, gozando de una clara oportunidad para adelantarse en el marcador durante los primeros compases: Bjarnasaon, en el 52', mandó el esférico a las nubes tras un disparo inicial de Xhaka que tocó en el trasero de Trémoulinas y que quedó muerto en el área. Tras ello, poco tardarían los suizos en llegar nuevamente, por medio de Traoré. Los cambios de
Urs Fischer en su dibujo parecían haber surgido efecto.
Con un
Sevilla algo más vertical y un
Basilea con más ganas de buscar la portería rival, el primer lanzamiento sevillista entre los tres palos se demoraría hasta la hora de partido, siendo el guardameta Vaclík quien tapara el remate de N'Zonzi tras un sensacional pase de Banega en la que fue la mejor ocasión sevillista en todo el partido. Konoplyanka, por Vitolo, fue el primer cambio de Unai Emery (64'), tras una gran triangulación sevillista que no llegó a finalizar en el área. El Sevilla había ganado chispa tras unos primeros buenos minutos locales y Kévin Gameiro, que acabó siendo sustituido por Llorente, volvería a refrendarlo con un nuevo lanzamiento a puerta.
Con el riojano bastante desaparecido, sería
Konoplyanka quien protagonizaría el peligro en el epílogo, deteniendo Vaclik, en dos tiempos, un peligroso remate del ucraniano a pase de Krohn-Dehli. La expulsión de N'Zonzi, por doble amarilla en el 87', metería aún más en el partido al Basilea, que intentaría meterle mano al Sevilla en los instantes finales por medio de Renato Steffen. Un empate a cero que deja vivo a ambos y que, vista que la mala racha a domicilio se prolonga también en Europa, empuja a los de Nervión a seguir imponiendo su hegemonía en el Sánchez Pizjuán y a pensar que lo de hoy en el St. Jakob Park, camino de la final, ha sido sólo la penúltima en Basilea.
Alejandro Sáez4 min lectura