Dependencia absoluta de Gameiro

En Nervión ya habrán iniciado todo tipo de oraciones para que Gameiro no se lesione en lo que resta de temporada, porque a día de hoy resulta indiscutible que el Sevilla sufre una Kévin-dependencia absoluta. Tras el galo no existe una alternativa de garantías, pues Llorente no se aproxima a las expectativas suscitadas y Juan Muñoz es, con todo el respeto para el futbolista, un ‘remiendo’ de la planificación fallida en la vanguardia.

Sin ir más lejos, ayer hubo dos Sevillas, uno sin Gameiro, completamente intrascendente arriba más allá de varias acciones de espalda del riojano, y otro con el francés. Su entrada revolucionó la ofensiva, pues a poco de ingresar protagonizó una contra de libro y habilitó a Banega, cuyo remate lo despejó Alves. Su movilidad desestabilizó a la hasta entonces tranquila defensa del Valencia, que vio como se le escapaba en el 85’ para, en su primer remate a portería, establecer el empate. Ya suma 23 dianas y su presencia en la punta de lanza sevillista es imprescindible.