Espanyol-Sevilla F.C.: Cornellá custodia el ansiado antídoto

La trascendencia clasificatoria ha cedido su lugar a la importancia de salvaguardar las formas, de librar a los libros de historia del Sevilla de una estadística desacorde al nivel de los nervionenses y tan negativamente sonora. Ya se trata de una cuestión de honor, de orgullo, de que la temporada liguera 15/16 no se recuerde como aquella en la que el equipo no saboreó la victoria ni una sola vez más allá de sus dominios. Y, para ello, en un punto en el que el límite se reduce únicamente a dos oportunidades, el destino ha cruzado de nuevo en su camino el escenario donde enterró su última racha fatídica como visitante, en la temporada 13/14. Porque el 10 de noviembre de 2013, en Cornellá-El Prat, el Sevilla despertó de una pesadilla a domicilio que se había prolongado durante más de trece meses, iniciando, a partir de ahí, una escalada considerable.

En esta ocasión no cabe margen para remontadas, ni para perseguir el objetivo marcado, pues la Champions se escapó definitivamente el mes pasado, pero conquistar el feudo perico supondría liberarse de un pesado lastre psicológico y una inyección de confianza para la decisiva recta final. Además, el hecho de que esta mañana se enfrenten Athletic y Celta concede la posibilidad de igualar a los bilbaínos en la sexta plaza o recortar desventaja con la quinta posición, ahora a cinco unidades. Claro que, cualquiera de estas metas, deportivas o morales, distan un abismo en relevancia de lo que el Sevilla se juega el jueves en la vuelta de las semifinales europeas contra el Shakhtar tras empatar a dos en Donetsk. El pase a la final centra lógicamente las miradas y marca el plan de Emery para Cornellá, donde el técnico, condicionado también por las ausencias, profundizará en las rotaciones, con un once en el que prescindirá de la mayoría de los pesos pesados de cara a la cita contra los ucranianos en Nervión. En este sentido, la responsabilidad recaerá en la 'cara B' de la plantilla, y será un día de oportunidades para los canteranos, con opciones de titularidad para varios de los citados, casos de Curro y Matos. Las bajas por lesión y enfermedad de Krohn-Dehli y Reyes, y de Vitolo, reservado, le abren la puerta de la titularidad al palmerino, mientras que la ausencia del tocado Trémoulinas y la decisión de brindar un respiro a Escudero sitúan en la ‘pole’ al utrerano para copar la banda zurda.


Así las cosas, Rico regresará a la portería, y se espera que Kolo, suplente en Lviv, recupere su sitio en el centro de la zaga, donde formará junto a Fazio, ya que no han viajado ni Rami ni Carriço con vistas al jueves, pero sí Pareja. En el centro del campo, descansará Krychowiak, por lo que N'Zonzi acompañará a Cristóforo en el doble pivote por detrás, en principio, de Iborra, pues, aunque se ha desplazado, todo apunta a que Banega comenzará en el banco. El de Moncada sumará sus centímetros a los de Llorente, sustituto en la punta de lanza de un Gameiro protegido para dar la puntilla al Shakhtar con su velocidad y acierto. Debido a las bajas en los extremos, Konoplyanka ocuparía el costado zurdo, mientras que el derecho correspondería a Curro siempre y cuando no opte por utilizar dos laterales en dicho carril como ya hizo otras veces.

Enfrente, un Espanyol que encadena cinco jornadas sin ganar y necesita los puntos para alejarse del descenso, ahora a sólo cuatro puntos. Galca, completamente desorientado, ha recuperado a tiempo a Caicedo, Óscar Duarte y Cañas, pero no dispone de los lesionados Abraham y Arbilla ni del sancionado Javi López. Situación de ansiedad que el Sevilla debe aprovechar para consagrar a Cornellá como el antídoto a sus males.