Klopp-Emery: tan iguales y tan distintos

En su enésimo intento por recuperar el estatus perdido, el Liverpool contrató a Jürgen Klopp para suplir a Brendan Rodgers y, con la final de hoy como prueba, parece haber dado con la tecla, ya que el alemán, de un estilo tan parecido y a la vez tan diferente al de Emery, ha logrado que el equipo inglés se impregne de su fuerte personalidad y un carácter de lo más competitivo que dota de intensidad, agresividad, verticalidad y fe a un equipo sin alma desde muchas temporadas atrás.

Tras sólo siete meses en una liga y en un club nuevos, aún no ha podido exprimir al máximo su gusto por un fútbol dinámico, basado en acumular muchos efectivos para tocar en campo rival y en el que tienen una gran importancia los laterales. Para Klopp, como para Emery, son carrileros con toda la banda para ellos, ya que los extremos son en realidad interiores con gran capacidad asociativa. Fiel también al 1-4-2-3-1, en la segunda línea que forman Lallana, Firmino y Coutinho es donde crea el fútbol el Liverpool; con ayuda de Milner y Emre Can, que es mucho más que un ‘stopper’, y con una referencia arriba rápida y con mucha movilidad (con Origi tocado, Sturridge le lleva ventaja a Benteke).

La diferencia con el vasco se aprecia, principalmente, tras perder el balón. Ahí sufre en el repliegue, con centrales algo lentos (notará mucho el cambio de Sakho por el veterano Touré) y un meta muy irregular.

También en la ausencia de un ‘plan B’. Si Emery no tiene el balón, juega a la contra. A este Liverpool aún le cuesta jugar si no tiene la posesión. Eso sí, no se lo piensa a la hora de disparar. Un 25 por ciento de sus tiros en liga son desde fuera del área.