Sampaoli y
Emery entienden el juego de manera diferente y, por tanto, a partir de lo que ya hay, estiman que la actual plantilla nervionense tiene distintas necesidades. El vasco se sentía cómodo viviendo sin balón, replegado y buscando la transición rápida por dentro para las carreras de
Gameiro, mientras le otorgaba mucha importancia a los laterales cuando tenía que iniciar el ataque desde su propio área.
El argentino, como su referente,
Marcelo Bielsa, tiene como máxima "atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar". Y para atacar adora, fijándose en
Guardiola, un fútbol elaborado en que el participe todo el equipo, desde el portero (para él no son uno más diez, sino once), y dinámico. "El que no sabe moverse y estar disponible para el compañero, no juega bien", suele decir uno de sus ayudantes,
Matías Manna.
Así pues, al no coincidir la propuesta del técnico que se va con la del que llega, la situación de varios miembros de la plantilla blanquirroja puede cambiar por completo.
Sampaoli utiliza diversos sistemas, aunque los más habituales son el 4-3-1-2, el 3-4-1-2 y el 4-3-3. Casi siempre, apuesta por la figura del mediapunta y por dos o tres delanteros, que deben tener movilidad y velocidad para caer a las bandas y generar espacios para la llegada de la segunda poblada línea.
Al 'Zurdo' no le gustan extremos y exige una intensidad máxima (ha generado varias polémicas por mantener incluso a jugadores lesionados sobre el césped), dos aspectos que restan muchos puntos a
Konoplyanka. Como pedir una buena salida de balón se los resta a
Krychowiak e
Iborra ("tocar y ofrecerse"), ambos con propuestas de otros clubes (el valenciano no quiere moverse, eso sí). A priori,
Coke,
Mariano,
Trémoulinas y
Escudero deben tener hueco en sus dibujos más clásicos, ya sea como laterales o "laterales-volantes" (carrileros).
Bielsa se europeizóSeguramente, el próximo entrenador nervionense sea cuestionado acerca del sistema que va a emplear en el
Sevilla. Cabe la posibilidad de que apueste por una línea más continuista, como hizo Marcelo Bielsa cuando dejó la selección de
Chile y dirigió primero al
Athletic (4-3-3, 4-2-3-1 y 5-4-1) y, posteriormente, al
Marsella (4-2-3-1 y 3-3-3-1).
El puzzle de
Sampaoli está por hacerse.
Monchi y él siguen estudiando dónde podrían encajar cada pieza y, posiblemente, a las ya conocidas habría que sumar las de
Ben Arfa o
Dennis Praet, si bien, de no cerrarse dichas operaciones, llegarían otros dos hombres con características similares. Es pronto aún, pues, mas conviene ir ya haciéndose una idea de cómo se irá formando.