Son continuos los debates que se crean en torno a la continuidad de
Unai Emery. El técnico sevillista cuenta tanto con acérrimos
defensores como
detractores, algo que el vasco asume como una parte más de su profesión. "Tengo que vivirlo respondiendo a lo que hay en la calle. Mi posición está muy expuesta a los juicios, que son necesarios, sin medios de comunicación ni afición estaríamos aquí. Esto es un gran espectáculo, una gran profesión, procuro en todo lo que no sea mi trabajo acceder a ello pero en dósis equilibradas. La mayor parte del tiempo lo paso trabajando, el resto procuro, desde el respeto, convivir con ello. No conozco Sevilla entera, pero me gusta pasear por el centro, estuve viendo la Semana Santa con Castro y Del Nido júnior", ha explicado Emery en Radio Sevilla.
Entrando en materia y cuestionado sobre
su continuidad en el Sevilla más allá de esta temporada, Emery ha dejado unas jugosas declaraciones: "Hay dos partes. Si una parte no quiere no estaremos, si queremos las dos partes no habrá problemas. Lo que me preocupa es que haya una aceptación de lo que se está haciendo aquí, por un lado están los resultados, y luego, la química, si está habrá razones para seguir. Si alguna de las dos falla, habrá una fractura y será imposible seguir. Llevo tres años en el Sevilla y nunca pensé que los iba a estar, no sé cuánto más estaré, habrá que ver la aceptación del club, de la afición, de la plantilla, del crecimiento sostenible... Me siento respaldado e ilusionado, con ganas de mejorar y hacer cosas. Vamos a ir pensando en cada momento, y eso traerá otros momentos".
Sobre si piensa que
su ciclo en el club ha terminado, el vasco ha explicado ampliamente su parecer, repasando una temporada que no comenzó de la mejor manera: "Es precipitado hablar de eso porque queda mucho en competición. Hay que disfrutar esos momentos que quedan, con fuerza e intensidad. Hablar de una valoración final cuando queda una parte importante... Ha sido un año difícil, empezamos últimos y con un rendimiento que era un desastre. Yo me sentía muy responsable de eso, me puse a buscar soluciones y hemos llegado hasta aquí, ¿quién iba a estar contento con Emery entonces? Es normal, es una realidad. Entramos con mucha ilusión en la Champions, tuvimos un momento bueno al ganar a la
Juventus, pero antes fueron momentos duros, tuvimos que arrimar el hombro. Lo hemos reconducido, estamos en una final de Copa, en cuartos de
Europa League y luchando por la
Champions. Somos exigentes pero sin hipotecar al club. Puedo discutir con Carcedo, con los jugadores, con el presidente, con Monchi, pero todo para encontrar una solución. Hemos superado los obstáculos, estamos donde más o menos queremos pero creo que podemos a hacer más. Ya no podemos recuperar los cinco primeros partidos pero por eso digo que la Liga es lo más importante".
No en vano,
Emery ha recordado las numerosas bajas al comienzo de la temporada. "Hemos estado jugando con Coke de lateral izquierdo en la jornada cuatro de Liga, eso lo sufrimos en su momento,
Mariano estaba con los gemelos subidos. Nos faltaba
Kakuta, que no lo hemos visto más que en los pasillos de la ciudad deportiva, y no critico a nadie, nos han faltado puntos y nos han faltado jugadores, no el rendimiento, sino ellos porque no estaban. Si estoy contento en el Sevilla es porque hay una dinámica de optimismo, hay una estabilidad, una dirección estable, es una virtud de este
Sevilla. Quizás en otras circunstancia no hubiéramos podido revertir la situación, pero esta plantilla defiende por encima de todo al Sevilla, que asume su responsabilidad, porque los que no lo hacen acaban desmarcándose y saliendo del club. Es una cosa que valoro, la solidez de todo el Sevilla", ha añadido.
Sea como fuere,
Emery ha admitido que es feliz en el
Sevilla, al que le une un contrato, siempre y cuando ambas partes estén dispuestas a seguir. "Yo tengo contrato con el Sevilla, soy un entrenador que tiene su ilusión puesta en el
Sevilla, que cree que puede seguir creciendo en el Sevilla, y lo normal es seguir. No quiero quedarme en el Sevilla comiendo gambas y tomando cervezas por el centro, vengo a exigirme, a trabajar, a sacar una sonrisa a los sevillistas. Sonrío en los entrenamientos porque veo que hay motivos. LLegué hace tres años y medio y jugábamos los lunes, fíjate si hemos conseguido que la gente esté contenta y orgullosa".
Sin embargo, este final de temporada puede ser clave para continuar, al menos, una temporada más en el
Sevilla: "Quiero estar donde me quieren, aquí lo hacen y me manifiestan cercanía y respeto a mi trabajo. Sé que estoy expuesto a los resultados, pero estoy contento aquí, no sé si continuaré o no, pero mi idea es trabajar como si fuera estar aquí toda la vida.
Yo no estoy en el mercado, tengo que estar firme ahora y después. La decepción es un sentimiento, lo he sentido varias veces en mi vida, pero mientras tengamos ilusión y todos estemos contentos... Si yo entreno a 25 futbolistas y no me escuchan, yo me tengo que ir, pero si vamos a todos a una, vamos todos juntos. Yo quiero crecer en el Sevilla, y si no, me iré, igual que el club quiere crecer, y si no, me echarán".
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