Tras
Franco Vázquez, que ya se encuentra en Orlando junto al resto del grupo, y
Ganso, cuyo fichaje fue oficializado en la tarde de ayer por el
Sevilla, el siguiente en arribar al Sánchez Pizjuán debería ser el canario
Roque Mesa, futbolista que ya ha declarado abiertamente su interés por enrolarse en las filas sevillistas y por el que los de Nervión llevan semanas negociando con
Las Palmas, entidad que no habría rebajado sus pretensiones económicas pese a haber estado las partes muy cerca de cerrarlo en ocho millones de euros.
Un auténtico culebrón que volvió a romperse en la tarde de ayer cuando todo apuntaba a que el desenlace de la operación estaba próximo. De hecho, en
Canarias aseguraban que
Sevilla y
Las Palmas ya habían llegado a un acuerdo para el traspaso de
Roque Mesa, que desembarcaría en Nervión a cambio de 8 millones de euros sin variables que sumar por un futuro rendimiento del centrocampista en el conjunto nervionense.
Así, al menos, lo desvelaba ayer el diario La Provincia, que daba por hecha la que sería la mayor venta de la historia del club amarillo, reacio en principio a bajar sus pretensiones de los 10 kilos. Un acuerdo que, sin embargo, acabó rompiéndose a última hora de la tarde de ayer, cuando el conjunto amarillo volvía a romper la baraja y se plantaba nuevamente en los diez millones de euros. Una postura que, según siempre los medios canarios, se correspondería a las formas de presionar que tendría el
Sevilla a la hora de conseguir que el jugador salga. Un nuevo vuelco en la operación que viene a distanciar nuevamente a las partes, que tasan en precios muy distantes al futbolista.
Cabe recordar que el
Sevilla, por su parte, hizo una oferta inicial de cinco millones y que
Monchi aseguró que no llegarían a los diez kilos que pide Las Palmas.