Sevilla y Barcelona finalmente sí se honraron el uno al otro con un doble pasillo, donde los hispalenses estaban a la izquierda, y los azulgranas en la parte derecha.
En el centro, agradeciendo el gesto, los dos capitanes de los equipos, Coke e Iniesta. Una vez concluido el protocolo, el balón echó a rodar.