La llegada de
Luciano Vietto y Matías Kranevitter en préstamo a
Nervión ha traído consigo una corriente de opinión crítica en ciertos sectores del sevillismo que no entienden eso de criarle el ‘pollito’ a otro, a pesar de que en el caso del delantero exista una opción de compra.
Una fórmula, la de la cesión, que sin embargo ha sido bastante utilizada en el
Sánchez Pizjuán durante la última década, siendo hasta 12 los futbolistas que han llegado bajo esta condición, disfrutando unos, eso sí, de mayor fortuna que otros. Sería el también argentino
Javier Saviola con quien el
Sevilla inauguraría dicha fórmula en la 05/06, temporada en la que disputó 41 partidos, consiguiendo 15 goles y siendo titular en la final de la
UEFA de
Eindhoven en la que los blanquirrojos se proclamaron campeones por primera vez tras vencer por 0-4 al Middlesbrough; título con el que se abrirían las puertas del éxito continental del actual Sevilla, pentacampeón de la competición denominada hoy día como
Europa League.
Menos fortuna tuvieron los blanquirrojos con el holandés
Khalid Boulahrouz durante la 07/08, temporada en la que sólo acumuló seis partidos. Dos temporada después, en la 09/10, arribaría en enero
Stankevicius como sustituto de un
Sergio Sánchez al que se le acababa de detectar un problema cardiaco. El lituano acabaría completando una gran segunda vuelta que sin embargo no le sirvió para quedarse. En la 10/11 y en la 12/13 llegarían
Martín Cáceres y el portugués
Beto, respectivamente, por quienes el
Sevilla acabó ejerciendo sus opciones de compra.
Sería a partir de este momento, cuando las cesiones se utilizan principalmente como medio para hacerse durante un año con futbolistas de los que sería imposible disfrutar de otra forma; momento en el que los borrones comienzan a imponerse sobre los claros. Ejemplos de ello son
Cheryshev, quien se pasó gran parte de la temporada lesionado, y
Marin, a quien su falta de protagonismo le hizo ir perdiendo peso específico hasta acabar siendo totalmente secundario. Nada que ver con el camerunés
Stephane M’Bia, quien también llegaría en préstamo en la 13/14 y acabaría siendo pieza clave ese año.
Durante la 14/15 aterrizarían desde Barcelona
Denis Suárez y Deulofeu, brillando mucho más el primero. El segundo, al igual que
Marin, acabó sucumbiendo ante las exigencias de
Emery. En la 15/16 volvería a repetirse la historia cuando
Andreolli se lesionó de larga duración en su mejor momento y en la que
Fazio llegó en enero para reforzar infructuosamente una zaga en la que apenas contó con protagonismo.
Una trayectoria, por tanto, que ahora
Vietto y Kranevitter intentarán enmendar, queriendo parecerse más al periplo de
Saviola en Nervión que al de futbolistas como
Marin o Deulofeu, quienes no pudieron cumplir sus promesas con el balón.
Cesiones con obligación de compra, traspasos encubiertosNunca ha funcionado con el delanteroLa opción de compra, que no obligación, es lo que más retrasó la oficialidad de la llegada de
Luciano Vietto, eludiendo los de
Nervión cometer errores del pasado. Y es que la obligatoriedad de compra en las cesiones -traspasos encubiertos- nunca ha funcionado en lo referente al delantero.
Aspas, primero, e
Immobile, después, son ejemplos de ello. Sí, en cambio, en la defensa:
Carriço y Pareja.